Ingredientes:
– 250 grs de judías pintas
– 2 tomates maduros
– un bulbo de hinojo
– 2 zanahorias
– 2 cebolletas
– 3 dientes de ajo
– una hoja de laurel
– una rebanada de pan del día anterior
– caldo de verduras
– unas ramitas de perejil fresco
– unas semillas de comino
– unas hebras de azafrán
– una pizca de pimentón
– sal y unos granos de pimienta negra
– aceite de oliva

Preparación:
La víspera, ponemos las judías a remojar. Luego, se pasan a una olla con una de las zanahorias y una de las cebolletas enteras. Añadir el laurel, una pizca de sal y unos granos de pimienta. Cubrir con agua y arrimar al fuego. Al comenzar a hervir, cortamos el hervor tres veces con un poco de agua fría y quitamos la espuma que vayan soltando. Cocemos hasta que estén tiernas.

Mientras, calentar un chorrito de aceite de oliva en una cazuela y freímos la rebanada de pan con los tres dientes de ajo pelados y enteros y unas ramitas de perejil. Freír hasta que todo quede doradito y sacar bien escurrido al mortero. Machacar con unas semillas de comino y las hebras de azafrán. En la misma cazuela, añadir algo más de aceite y rehogar la otra zanahoria cortada en daditos, la otra cebolleta y el hinojo muy picados. Pochar a fuego suave hasta que se ablanden. Incorporar los tomates rallados y el pimentón y dejamos que se vaya haciendo el sofrito. Poner el caldo a calentar en un cazo aparte.

Cuando las judías estén hechas, volcar en un escurridor. Se incorporan a la cazuela y damos unas vueltas. Agregar el majado y cubrir con el caldo. Sacudir la cazuela, tapar a medias y cocer media hora más todo junto a fuego suave.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.