La crisis recupera el puchero de la abuela y el ‘tupper’ para la oficina
Pucheros de lentejas, garbanzos y judías con verduras, con chorizo y morcilla de siempre, patatas con pollo, arroces, pasta con verduras y hasta los huevos han recuperado protagonismo en las casas y los tuppers de los españoles desde que empezó la crisis en 2007, más por necesidad que por gusto. “Comer más, no comemos, y lo que cobramos hay que repartirlo entre el resto de necesidades de la familia, y un arroz o unas lentejas dan de comer a muchos miembros de una familia de una forma más económica que otras opciones“, reconocen desde una empresa de alimentación. Desde ese 2007, la nevera de los españoles ha hecho un hueco a los productos de puchero y hortalizas, que se han consumido entre un 20% y 40% más el pasado abril frente al mismo mes del inicio de la retracción del consumo.
Pero también ha subido el consumo de pasta (17,6%) y, en el caso de la carne, el precio de la de ave ha sido un polo de atracción respecto a otras proteínas animales más caras, lo que ha propiciado que su consumo aumentara en un 40,24% el pasado abril respecto al mismo periodo de 2007, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama). Las familias también regresan al desayuno, las cenas y los almuerzos en casa y al tupper en la oficina, lo que se ha reflejado en un aumento de la ingesta de sopas y caldos (23,48%), de cereales (54,34%), mantequilla (35,18%) y margarina (16,45%).
Eso sí, prescindir de lujos caros en épocas de crisis se suple con otras compensaciones más asequibles pero de igual efecto anímico, como es el chocolate, cuyo consumo desde que empezó la crisis ha subido un 41% y los helados lo han hecho en un 26,41%. La crisis ha disparado la venta de tarteras o tupper y estos envases, que hace tres años a duras penas se encontraban más allá de las secciones infantiles del hipermercado plagadas de famosos dibujos animados y que ahora se han reinventado para adultos con diseños modernos y colores más discretos, según admiten desde el sector.
Volver a la comida de las abuelas, al puchero y a las hortalizas y legumbres de siempre sale mucho más económico para las familias y, en función del lugar de compra y de las ofertas, el importe varía notablemente, según detalla la experta en gastronomía Inés Ortega. Para Ortega, las legumbres estaban un poco olvidadas y son una forma sana de tomar proteínas y vitaminas. “Es más barato que si compramos carne y es una manera cómoda para llevar, porque unas lentejas te las puedes llevar en un tupper“, señala.
Insiste en que son ingredientes cuyo crecimiento en época de crisis se produce por su precio más bajo, ya que “el pescado y la carne están más caros y la gente utiliza más los productos que usaban nuestras madres, que son más baratos“. Los restaurantes también están tirando más de estas materias primas, ya que ahora tienen que ofrecer menús más baratos para mantener a su clientela, destaca.
Fuente: Efe