La media naranja, para compartirla en el postre
Las páginas y redes sociales en las que conocer personas y buscar el amor no encontrado proliferan por internet. No son pocas las opciones y los anuncios que bombardean nuestra mente con la idea de que la felicidad personal y sentimental se encuentra al otro lado de una pantalla. Una web estadounidense, Grub with us, (come con nosotros) ha decidido utilizar las posibilidades de internet para reunir gente, pero deja de lado la idea de unir medias naranjas. Más bien apuestan por la idea de compartir medias naranjas, sí, pero como postre.
Grub with us se presenta ante el público como un servicio para “comidas sociales, encontrar nuevos amigos y hacer cenas en grupo”. Según esto, es una página de contactos, pero contactos para compartir sensaciones tras darle un gusto al paladar. Su lema resume perfectamente la idea de sus creadores: “Nunca comas solo”. La idea puede entenderse como una socialización cibernético-personal que actúe una alternativa para los que piensen que comer sin compañía en un restaurante o establecimiento no es sino el último eslabón de la degradación social o representa el súmmum de la inadaptación social. También se puede entender como una forma fácil y rápida de acabar con los problemas de los amigos que no son partidarios de comer un determinado tipo de comida porque la detestan.
El funcionamiento de la página es sencillo. El usuario se registra con un nombre (como en casi cualquier club digital) un e-mail y una contraseña, y a continuación rellena un formulario con sus intereses hobbies y aficiones (¿puede ser esto utilizado cómo pista por los que buscan la media naranja no sólo en el postre?). El espacio se divide en varias partes Comidas, intereses, grupos o crear comidas. Comencemos por Crear Comidas: En esta sección los usuarios registrados seleccionan una fecha, hora y precio, ponen un número de personas a las que invitar, y el buscador de la página te selecciona varios restaurante según la ciudad en la que estés registrado (habría que preguntarse si entran gratuitamente todos los restaurantes de una ciudad o sólo los que abonan). Pongamos un ejemplo para intentar explicar cómo se culmina la cita.
Primero hay que crear un Meal (comida), (el equivalente a las redes sociales al evento) en el que seleccionas, por ejemplo, el 4 de febrero a las 22:00 horas, y especificando que quieres, italiano (o comida asiática, hawaiana…). Tras esto debes seleccionar unos parámetros de precio aproximados, con un mínimo que quieres gastar y un máximo. Posteriormente puedes invitar a gente que ya conozcas de otras citas culinarias, buscar entre los registrados, si lo deseas, e invitarlos, y dejar expresado el número de comensales que quieres que asistan.
Es decir, si seleccionas para tu comida, comida para 5 personas, te quitas a ti como primer invitado al crear (estaría bueno), e invitas a dos personas que ya conoces, quedarán disponibles 2 plazas para comer. ¿Cómo se llenan esas plazas?, fácil.
En las secciones Comidas y Grupos aparecerá tu creación y se ofrecerá una vista rápida en la que aparecen los datos de precio, número de comensales disponibles y la fecha de la celebración. Si te quieres apuntar tan sólo has de meter tus datos y ofrecer, eso sí, un número de tarjeta de crédito para asegurarse de que tu apuesta por comer esa noche es sincera y no te rajas al final. La sección aficiones, será muy útil para encontrar rápidamente futuribles comensales según les guste una determinada comida o por aficiones. Si las plazas para la cita gastronómica ya está cerrada y se han cerrado a los usuarios la página web lo hace saber con un sencillo ¡Agotado! (Sold out!).
La idea es innovadora y tienen muy en cuenta la importancia de las redes sociales ya que ofrece la oportunidad de compartir las comidas por Facebook o Twitter. Además han elaborado una aplicación para iPhone llamada también grubwithus en la que puedes acceder a todas las posibilidades desde cualquier terminal con sistema operativo iOS. De momento, la iniciativa tan sólo está disponible en los EEUU, pero, como ya ocurriera en su día con otro tipo de propuestas, no tardará en expandirse al resto del mundo, bien con los mismos desarrolladores, bien con otras empresas que se interesen por considerar las posibilidades potenciales de este nuevo invento y acaben copiándolo.