La seguridad alimentaria, del campo a la mesa
La seguridad del consumidor se ha convertido en una de las cuestiones más críticas y prioritarias de la cadena alimentaria. Por ello, es muy importante tener un sistema de trazabilidad efectivo que permita tener controlados los productos en todo momento, ya sea en la producción la transformación o la distribución.
De hecho, este sistema de identificación de los alimentos permite, en cualquier momento, tener controlada cada fase de la cadena (compra, producción, manipulado almacenaje, transporte y venta). Asmismo, logra una identificación exacta y a tiempo de los productos a la vez que determina su origen, los ubica dentro de la cadena de abastecimiento y permite realizar una retirada eficiente, en caso de que sea necesario.
En Europa, la trazabilidad se establece mediante el Reglamento (CE) nº 178/2002.
El seguimiento de un adecuado sistema de trazabilidad presenta grandes ventajas para todos los integrantes de la cadena alimentaria, desde los productores hasta los consumidores finales, porque permite cumplir los objetivos de seguridad alimentaria: da información y transparencia; delimita la responsabilidad de cada operador de la cadena; permite retirar un producto de forma rápida y eficiente y evita o disminuye los riesgos para la salud pública.
Diferentes sistemas
Existe una gran variedad de sistemas y herramientas a disposición de los operadores, desde procedimientos manuales sobre papel hasta tecnologías con soportes informáticos, electrónicos, etc. La utilización de identificadores estandarizados, tales como los códigos de barras o chips de radio frecuencia, facilitan la circulación de los datos a través de la cadena alimentaria.
Hay que tener en cuenta que ningún sistema de identificación es adecuado en todas y cada una de las circunstancias. Dentro de una misma empresa puede ser conveniente utilizar diferentes tipos de identificación.
Por otro lado, la responsabilidad en relación con la trazabilidad de las empresas del sector hortofrutícola alcanza hasta la identificación del eslabón anterior (proveedor que les ha suministrado un producto) y del eslabón posterior (empresas a las que han vendido sus productos). Es decir, todo aquello que ocurra dentro del ámbito de su actividad.
La suma de las informaciones proporcionadas por todos y cada uno de los operadores que intervienen en la cadena nos permitirá conocer el historial completo del producto.
Por todo ello, Toda empresa que tenga implantado un sistema de trazabilidad debe establecer mecanismos de validación/verificación periódicos con el fin de comprobar que todo funciona de forma efectiva. La evaluación tendrá en cuenta la exactitud de la información almacenada y el tiempo de respuesta.