En un post anterior hablábamos de la posibilidad de nuevos envases inteligentes que podrían incorporarse a los productos para ayudar a los consumidores a la hora de acabar con los productos ya caducados. Pues bien, puede que la caducidad quede de entredicho con un hecho curioso acontecido en Berlín. Un jubilado del país germano mandó analizar una lata de manteca blanca de cerdo envasada por los EEUU y que los mismos distribuyeron en Alemania en un cargamento de ayuda después de la II Guerra Mundial. Los datos del análisis fueron increíbles: la lata aún era apta para el consumo.

El anciano, de 87 años, y farmacéutico de profesión, se decidió a mandar el estudio del producto alertado por el debate creado en los últimos tiempos entorno a la aptitud de los alimentos con la caducidad impresa vencida. La lata fue envasada en 1948. El resultado de las pruebas realizadas a la manteca es concluyente: “El estado del producto tras 64 años es satisfactorio en grado de frescura u composición material”. Matizan que han detectado una pequeña “merma en aroma y sabor”, pero “nada contra la norma establecida”. Los expertos que analizaron la lata aseguran que su estado se debe a la no influencia de aire y luz extremos sobre el envase, y a conservantes como el ácido cítrico o una resina natural de guayaco, de efectos antioxidantes. Hans Feldmeir, como se llama el jubilado, asegura que no se deshizo de la lata de marca Swifts Bland Lard.

Ahora, una vez abierta, Hans ha perdido la manteca al ser analizada. El hombre no se decidía a abrirla por su temor a intoxicarse y por su cariño, y eso le ha privado de que se tome una buena tostada con manteca blanca, americana, eso sí, pero manteca. De cerdo no ibérico, sí, pero manteca. Hans ha demostrado con esto que una fecha impresa en un producto no tiene porqué ser seguida al pie de la letra si se siguen correctamente las instucciones de conservación de cada uno de los productos. Por otro lado la utilización de elementos naturales en la conservación de la lata abre otro frente: ¿La tecnología y los avances en la ciencia han servido para conservar más rápidamente y que aguanten supuestamente más tiempo? ¿o sencillamente se han convertido en un impedimento para tener productos más duraderos y que nos valgan más en tiempos de crisis?.