Mientras desayunaba una palabra malsonante, o al menos no tan usual o habitual en las ondas radiofónicas, hizo que prestara atentamente atención a la noticia. El Tribunal General de la UE rechazaba el registro comunitario de la marca cántabra de bebidas espiritosas Hijoputa. Para Bruselas esa denominación para un producto es “contraria a las buenas costumbres” e incluso “ofensiva” para aquellos consumidores que hablen en castellano (¿acaso el que consume el producto no sabe lo que está comprando y lo que significa cuando está pagando por la bebida?).
Seguí atento a la noticia. Según la información, la corte de Luxemburgo desestimaba un recurso interpuesto por el representante del fabricante de dicho producto, Federico Cortés del Valle, después de que la Oficina de Marcas Comunitarias denegara su registro para Europa. El organismo sostiene que el contenido es “ofensivo” para el público hispanohablante.
El Tribunal General de la Unión aseguraba que “Hijoputa” significa lo mismo que la expresión “hijo de puta”, porque la omisión de la preposición “de” no cambia el sentido. La UE tiene en cuenta el Diccionario de la Lengua Española de la RAE: “Mala persona. Insulto”, y por ello asume que puede “entenderse como un insulto en el lenguaje común”.

El propietario de la marca, de su parte, alega que el público a quien va destinado el producto no percibe el término como algo peyorativo sino más bien como “algo jocoso”. Ante esto el Tribunal reconoce “que puede tener una connotación jocosa” paro que “sin tono ni gesto no se puede llegar a interpretar como tal”. Añade que “no es representativo del consumidor medio”.

Intrigado ante la marca Hijoputa, decidí buscar información y me topé con  la página web de Cortés del Valle en la que ofrecen el orujo y una serie de productos de destilería de tierras cántabras. Sin embargo, buscando más información encontré una web con un nombre curioso: “Orujo para pecadores”. La cabecera de la misma es una botella de orujo Hijoputa y las letras del nombre de la web en llamas. La plataforma ofrece el orujo origen de la polémica, el Hijoputa, pero además descubro nuevas “jocosas” u “ofensivas” marcas como Sinvergüenza, Don Pedo, ¿Por qué no te callas? y Que te den por el… culo.

Si Europa se escandalizaba con Hijoputa, con éstas, el escandalómetro seguramente rebasaría los límites máximos. Todas estas marcas pertenecen a Rubén Lavanda Moris, un asturiano que ha hecho de los orujos su propia forma de vida. Echemos un vistazo a lo que nos ofrece:
Sinvergüenza presenta una elegante gama de botellas de aguardiente blanca, crema de orujo, orujo de hierbas, licor de miel, licor de café, licor de limón, pacharán, licor de sidra, licor de naranja, crema de chocolate, crema de chocolate blanco y licor de caramelo. La serie, en todos sus sabores, lleva un eslogan impreso bastante particular “si bebes, no conduzcas”.

Por otra parte, tenemos la marca Don Pedo. Una elegante etiqueta negra con la leyenda “Don Pedo, licor de fabada” es suficiente para explicar todos los porqués.
Que te den por el… culo, cuyo nombre es bastante esclarecedor, es otra de las marcas embotelladas que ofrece la web. En la etiqueta puede leerse “Recuerdo para ex…”. Puedes elegir entre los mismos sabores de Sinvergüenza.
Por último, ¿Por qué no te callas? es un licor de hierbas que se presenta en una botella cuadrada. Como han podido pensar hace referencia a la célebre frase del Rey Juan Carlos I al presidente venezolano Hugo Chaves durante la XVII Cumbre Hispanoamericana. Por ello, preparan una etiqueta especial con un rey de bastos con una caricatura deformada del Monarca que trata de darle a una especie de militar simiesco con gorra roja (al estilo del ejército bolivariano de Venezuela) y con barbas al más puro estilo Ché Guevara.

Del resto de marcas la Unión Europea aún no ha hecho referencia alguna, quizás por el pequeño detalle de que aún no se ha intentado el proceso de regulación por el que ha pasado Hijoputa, y con el que se ha llevado el mencionado varapalo europeo.