Las actividades extraescolares se han convertido en un complemento de la jornada escolar de muchos niños y niñas e, incluso, en una asignatura más y en un desahogo para los padres con una apretada agenda laboral. Uno de los grandes problemas que se nos presenta en nuestra sociedad es el sedentarismo o la ausencia de actividad física que tienen nuestros hijos y las consecuencias sobre la salud que de ello se deriva (sobrepeso y obesidad, baja autoestima, dolores de espalda…). Por ello, es de suma importancia instaurar medidas de promoción de estilos de vida activas y saludables. Los beneficios físicos y psicológicos que nos aporta la actividad física son indudables.

  • Beneficios físicos: el ejercicio físico hace que se quemen las calorías más rápido, la grasa del cuerpo disminuye, los músculos aumentan de tamaño, se fortalecen los tendones y ligamentos, mejora la forma física, es decir, se tiene más flexibilidad y resistencia, te hace sentir más ágil.
  • Beneficios psicológicos: aumenta la autoestima, mejora el rendimiento académico, la confianza, el autocontrol, la estabilidad emocional, la asertividad, percepción de la imagen corporal positiva…´

Existe un deporte para cada edad, para cada tipo de personalidad y para cada necesidad que tengan los niños. Por ejemplo, a un niño tímido le vendrá bien que haga un deporte en equipo porque le ayudará a socializarse y a un niño perezoso le sería más recomendable un deporte individual porque le obligaría a esforzarse.

Considere actividades apropiadas para su hijo
La elección de un deporte es una tarea que debe hacerse entre el hijo y sus padres. Es necesario, sobretodo, respetar el gusto y el interés de los niños, y jamás obligarlos a que hagan algo que no les guste. Es muy importante que el niño disfrute. Para que haya una correcta adaptación al deporte es fundamental que este sea de su gusto.

Niños de 2 a 5 años
Los niños pequeños y en edad preescolar están empezando a dominar muchos movimientos básicos, pero son demasiado pequeños para la mayoría de los deportes organizados. En esta edad se debe destacar especialmente la coordinación, no se permite ninguna forma de entrenamiento extremo. El juego libre no estructurado es el mejor. Son recomendables actividades lúdicas llenas de movimiento. Los juegos tradicionales realizan muy bien este cometido, como el escondite, el pilla pilla, pollito inglés, cuerdas, bailes etc. Los deportes recomendados son los juegos tradicionales, la bicicleta y la natación.

Niños de 6 a 7 años
A medida que los niños crecen, mejora su coordinación y capacidad de atención. También son más capaces de seguir instrucciones y comprender el concepto de trabajo en equipo. El niño realizará ejercicios de comparación con los demás y esto se debe catalizar con los deportes de equipo: fútbol, balonmano, baloncesto, tenis, hockey, etc.., y el contacto con balones tanto con la mano como el pie. Otra opción puede ser artes las marciales (taekwondo, judo, karate).

Niños mayores de 8 años
Cuando los niños llegan a los ocho o nueve años, es el momento de decidir si están dispuestos a sacrificarse por el deporte de competición o prefiere que su hijo siga haciendo ejercicio por diversión y entretenimiento. Elegir el deporte más adecuado para los hijos exige conocer sus gustos, capacidades físicas y corporales, posibilidades, carácter y necesidades:

  • Para niños coordinados los deportes de equipo (voleibol, baloncesto, fútbol o balonmano ) pueden ser una buena opción.
  • Para niños inquietos o nerviosos, con falta de concentración, pero trabajadores cuando están motivados, mejor optar por el atletismo o la natación.
  • Para niños perfeccionistas, con autocontrol y capacidad de sufrimiento, lo mejor son los deportes individuales como la gimnasia deportiva, el tenis infantil, o las artes marciales (taekwondo, karate y judo).

Los padres deben mantenerse involucrados, ser positivos y alentadores. Fomentar el esfuerzo y mejora personal, la cooperación con los compañeros y el respeto hacia los adversarios, esto forma parte del proceso de formación integral de su hijo. Asistir a eventos y prácticas cuando se lo permita su agenda y actuar como un buen modelo de deportividad. Y siempre practicar con el ejemplo…

Imagen: etsleadershipseries.com

Esta entrada es original del blog “Komo-como” de Regina Martínez.