El salmorejo es uno de los más célebres platos cordobeses. Su valor tradicional, cultural y culinario lo ha hecho coronarse hasta las más altas cimas del ránking de comidas de Andalucía junto a su hermano el no menos famoso gazpacho. Sin embargo, existe un posible precursor anterior a la llegada del tomate a la península ibérica desde
América cuya composición es prácticamente la misma que la del salmorejo a excepción de la roja hortaliza: la mazamorra. Su color es blanco y su elaboración es a base de pan en remojo, almendras crudas, ajo, aceite de oliva virgen extra, sal, vinagre y con unos huevos duros, almendras y olivas negras como guarnición.

Sobre su origen, se especula que esta sopa fría desciende de los majados ideados por las legiones romanas durante el Imperio. Los campesinos lo usaban probablemente durante las duras jornadas bajo el sol, y se consumió llegando hasta nuestros días haciendo frente incluso a la popularización del cultivo y el uso del tomate en los platos, entre ellos el salmorejo, a partir del Siglo XVIII. Desde Con cuchillo y Tenedor ofrecemos la receta de esta sopa fría vegetal ideal para fortalecer las defensas en épocas de frío, combatir el calor en épocas veraniegas, y favorecer el buen tránsito intestinal durante todo el año.

Ingredientes:
-200 gramos de pan de pueblo
-50 gramos de almendras crudas
-200 mililitros de aceite de oliva virgen
– Un diente de ajo
-Vinagre
-Sal
-Un huevo duro
-Aceitunas negras

Preparación:
Previamente se deja remojar el pan de pueblo. Se echa posteriormente en el vaso de la batidora junto a las almendras crudas, el diente de ajo, el aceite y un poco de sal y vinagre (en un principio sería ideal quedarse más bien cortos con estos dos últimos ingredientes). En este punto,  bate bien los ingredientes hasta conseguir la textura de una crema fina (si fuera necesario puedes añadir un poco de agua). Tras esto, rectifica de sal y vinagre y  echa la sopa en cuenco o en una cazuela de barro.

La mazamorra se sirve fría, acompañada de una guarnición de huevo duro, aceitunas negras y almendras tostadas picadas que se le añaden por encima. Igualmente, se puede decorar con un poco de aceite de oliva virgen extra.

Imagen: Cuina amb la mestressa