La gastroenteritis es una enfermedad muy frecuente en la infancia. ¿Cuántos de nosotros nos hemos preguntado, qué podemos dar de comer a un niño cuando tiene gastroenteritis?. Existen muchos mitos erróneos relativos a la alimentación del niño con esta enfermedad. Todo el mundo opina sobre que alimentos son o no aconsejables. A menudo, nos encontramos con dietas monótonas, aburridas y poco atractivas, que provocan el paso a la alimentación normal antes de tiempo, con la consiguiente recaída.

El reposo y una dieta líquida son las claves para que una gastroenteritis, que incluye el conocido como “síndrome de las 24 horas”, remita. El primer paso es una dieta líquida para ayudar a eliminar los gérmenes del cuerpo y, al mismo tiempo, prevenir la deshidratación. La deshidratación leve es la más frecuente, no tiene graves consecuencias y se resuelve dando de beber líquidos (sueros) de rehidratación oral especialmente preparados para ello. Pasadas algunas horas (6-12 horas) debe reiniciar la alimentación, ofreciéndole una dieta especial astringente mientras duren los síntomas de diarrea o vómitos. Cuando se normalicen las deposiciones, pasará a su dieta habitual de forma progresiva en 2-3 días.

Tan importante (o más) es el no dar alimentos perjudiciales, como el dar los alimentos adecuados.

¿Qué alimentos debemos evitar?
Leche líquida, salvo la leche materna (el yogur o el queso fresco no son alimentos perjudiciales), zumos envasados, zumo de naranja o de tomate aunque sean naturales y alimentos con mucha fibra (frutas y verduras crudas, legumbres…), dulces (caramelos, chocolate, pastelería y bollería).

A continuación os voy a mostrar un ejemplo de dieta aconsejable de una semana de duración para el tratamiento de la gastroenteritis.

Ejemplo para una semana

Desayuno

Comida

Merienda

Cena

Lunes

Yogur con bifidobacterias

Biscotes con membrillo

Sémola de arroz

Pollo hervido sin piel

Pera al horno

Zumo de manzana

Yogur con bifidobacterias

Arroz en caldo

Lenguado hervido

Zumo de manzana

Martes

Yogur con bifidobacterias

Galletas María

Patatas y zanahorias hervidas

Merluza cocida

Manzana rallada

Membrillo con queso fresco

Caldo vegetal

Pechuga de pavo

Plátano maduro chafado

Miércoles

Yogur con bifidobacterias

Pan tostado con jamón cocido

Yogur con bifidobacterias

Puré de zanahorias y arroz

Rape al vapor

Zumo de pera

Biscotes

Sémola de arroz

Fiambre de pavo

Yogur con bifidobacterias

Jueves

Yogur con bifidobacterias

Biscotes con fiambre de pavo

Arroz caldoso

Pollo al horno

Yogur con bifidobacterias

Pera cocida Compota de manzana

Puré de patatas y zanahorias

Huevo poche

Manzana rallada

Viernes

Yogur con bifidobacterias

Biscotes con compota de pera

Sopa de pasta

Pavo hervido sin piel

Yogur con bifidobacterias

Zumo de zanahorias

Galletas María

Arroz en caldo

Lenguado plancha

Plátano maduro chafado

Sábado

Yogur con bifidobacterias

Pan tostado con jamón cocido

Sopa de tapioca

Rape al vapor

Compota de pera

Yogur con bifidobacterias

Galletas María

Sopa de pasta

Tortilla francesa

Pera pelada y rallada

Domingo

Yogur con bifidobacterias

Galletas María con membrillo

Puré de patata hervidas

Pavo plancha

Yogur con bifidobacterias

Zumo de manzana

Requesón con membrillo

Puré de zanahorias

Merluza plancha

Compota de manzana

  • El yogur con bifidobacterias también lo podemos sustituir por yogur con frutas astringentes (manzana, plátano) o dulce de membrillo. Se aconseja el yogur natural si fuera posible, pero sin colorantes ni sustancias añadidas de fábrica. La manzana se debe trocear o rallar y mezclarla con el yogur natural tras haberla dejado en contacto con el aire para que se oscurezca. El plátano debe ser maduro (también debemos dejarlo al aire). El dulce de membrillo debe ser de primera calidad. Este se puede mezclar con el yogur sin necesidad de que cambie de color.
  • El zumo de manzana debe ser natural. Aunque los comerciales suelen ser más cómodos, muchos de ellos tienen una alta osmolaridad, por ello es preferible utilizar los hechos en casa. ¿Cómo prepararlo? Lavar las manzanas y quitarles el corazón. Pelarlas y cortarlas en cuartos. Se puede licuar en una licuadora o en la termomix. Diluir con agua a elección. Es preferible dejarlo reposar aunque adquiera un color menos vistoso el zumo será más astringente. Seguiremos la misma pauta con el zumo de pera.
  • Membrillo con queso. El membrillo es muy astringente y uno de los componentes básicos de la dieta en caso de gastroenteritis. A la hora de prepararlo desmenuzaremos el membrillo con un tenedor hasta reducirlo a una pasta bastante suelta. Lo mezclaremos con queso fresco hasta que la mezcla quede lo más homogénea posible.
  • El puré de patatas aunque normalmente se hace con mantequilla nosotros lo sustituiremos por aceite de oliva, debido a que en caso de gastroenteritis debemos eliminar la leche.
  • A la compota de manzana se le puede añadir el zumo de un limón debido a sus propiedades antidiarreicas. ¿Cómo prepararla? Pelar las manzanas y trocear. Hervir a fuego a lento junto con un poco de azúcar, el zumo de limón y los trozos de manzana, todo durante una media hora. Las manzanas estarán cocidas cuando estén blandas. Mejor servir caliente. También podremos mezclar esta compota con yogur.

Recordad que un estómago o intestino inflamado o irritado necesita descanso, y su mejor descanso es una alimentación suave. Con una dieta adecuada, la mayoría de las gastroenteritis se curan en pocos días.

Esta entrada es original del blog “Komo-como” de Regina Martínez.

Imagen: salud1moda1mas.blogspot.com.es