Mezcla de sabores en la Judería
Gema N. Jiménez, El Día de Córdoba
Los aromas de la cocina sefardí vuelven a impregnar todos los recovecos de la Judería gracias a la apertura del restaurante Casa Mazal, perteneciente a la Casa Sefarad. En este nuevo establecimiento hostelero la comida judeoespañola recobra su protagonismo, pero con toques de innovación.
Todo aquel que entra por las puertas de este restaurante en un primer momento se queda enamorado de su arquitectura, ya que aprovecha las estancias de una casa judía del siglo XIV. Una vez sentados en la mesa, los comensales se quedan embelesados con los platos de la carta, todos ellos creados a través de recetas de la época sefardí. Además, los clientes consiguen retrotraer a lo que podría ser el día a día en un hogar de Sefarad o en las casas de aquellos sefarditas que huyeron en su particular diáspora, tras ser expulsados por los Reyes Católicos.
Este proyecto de Casa Sefarad es en estos momentos una realidad gracias a muchos años de trabajo. Y es que, según el responsable del restaurante, Jaime Casas, “el entorno de la Judería necesitaba un establecimiento de estas características que ofreciera algo diferente al salmorejo, el rabo de toro o los flamenquines”. Sus platos se han concebido a base de investigación, aportaciones de particulares y análisis de la rica biblioteca de la Casa Sefarad. El resultado son combinaciones de verduras, legumbres o arroz o de pescados como el pez espada o carnes como el cordero. “En nuestra carta tenemos como mínimo diez platos vegetarianos porque queremos que nuestros clientes descubran sabores nuevos basados en una cocina sana”, explicó Casas.
Los postres cobran una especial importancia en la carta de Casa Mazal. Las pastas sefardíes, los cuernos de gacela, el sorbete de jengibre, el mazapán con helado de canela o el flan de manzana son algunas de las opciones más dulces con las que los comensales pueden deleitar sus paladares.
“Queremos que todo el que entre por las puertas de nuestro restaurante sienta que está comiendo platos tradicionales, similares a los de las cocinas de sus casas”, destacó el responsable. La cocina sefardita nació en España en la Edad Media y posteriormente se enriqueció con aportaciones de otras culturas en las que ingresaron los judíos expulsados de la península ibérica.
De este modo, los cordobeses y los visitantes tienen una oportunidad única del esplendor que un día vivió la Judería.