Ingredientes:
– 2 limones
– 2 claras de huevo
– 150 g de leche condensada
– 3 láminas de gelatina neutra
– 2 cucharaditas de azúcar

Preparación:
En un bol mezclamos la leche condensada con el zumo de los 2 limones. Batimos bien con unas varillas para que se mezcle todo homogéneamente. Por otro lado, preparamos la gelatina neutra según las indicaciones que vienen en el paquete. Básicamente tenemos que hidratar las láminas de gelatina dejándolas unos 3-4 minutos en agua fría para que se ablanden. Las escurrimos y las diluimos en una pizca de agua caliente. Una vez diluida la gelatina, la incorporamos en el bol donde tenemos la mezcla anterior y volvemos a batir para que se incorporen bien todos los ingredientes.

Ahora nos toca montar las claras a punto de nieve. Este proceso es algo que siempre me ha parecido muy complicado pero que es super fácil cuando le pillas la práctica. En otro bol echamos las claras, separándolas de las yemas y con unas varillas (manuales o una batidora de varillas) vamos batiendo con energía. Primero irán apareciendo burbujas de aire en las claras y poco a poco las claras se irán tornando blancas empezando a formar una espuma. Seguimos batiendo sin parar hasta que veamos que podemos formar “picos” con la clara y que estos no se diluyen de nuevo. Para saber que las claras están a punto de nieve, bastaría con darle la vuelta al bol y ver que no se cae nada (por si acaso no lo hagáis… a riesgo de dejar todo manchado :P ).

En el bol donde tenemos toda nuestra mezcla de leche condensada, zumo de limón y gelatina neutra, vamos incorporando poco a poco las claras montadas y con una espátula haremos suaves movimientos envolventes para que se vayan integrando todo homogéneamente. Una vez tengamos la mezcla lista, la vertemos en los recipientes donde vamos a servir la mousse de limón y dejamos que repose unos 15 minutos antes de meter en el frigorífico. Mientras, vamos a preparar un poco de limón confitado que utilizaremos para decorar. Simplemente tenemos que cortar la piel de un limón (sin la parte blanca, que es amarga) y partirla en juliana. La ponemos en un cazo con medio vaso de agua y 2 cucharaditas de azúcar y dejamos que hierva durante unos 5-6 minutos.

Metemos la mousse de limón en el frigorífico durante al menos 2 horas y cuando vayamos a servir, decoraremos por encima con el limón confitado que tenemos reservado.

 
Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo OsorioNo me comes nada