Ver la televisión mantiene a los niños ocupados durante varias horas todos los días y esto hace que realicen menos actividad física, coman de más y tengan más riesgos de tener sobrepeso. ¿Por qué? Porque ver televisión implica estar inactivo mientras se está mirando, picotear alimentos hipercalóricos y estar más expuesto a muchos anuncios publicitarios sobre alimentos con altos contenidos de grasas y azúcares.

Los anuncios publicitarios sobre alimentos poco saludables influyen considerablemente en lo que los niños comen, y la exposición a este tipo de publicidad en televisión está fuertemente ligada al sobrepeso. Los niños que ven la televisión durante muchas horas al día son muy vulnerables a los efectos del contenido violento de la misma, tienen problemas para conciliar el sueño, son más propensos a tener problemas emocionales, sociales y de atención; y el rendimiento escolar puede resentirse si ver televisión afecta el tiempo necesario para actividades como leer y hacer los deberes.

Las siguientes pautas pueden ayudar:

  • Reducir a 2 horas o menos al día, el tiempo total de pantalla—televisión, ordenadores para fines no relacionados con los deberes y videojuegos.
  • Eliminar la televisión de fondo. Si el televisor está encendido aunque sea sólo de fondo llamará la atención de su hijo. Si usted no está activamente viendo un programa, apague el televisor.
  • Mantenga televisores y ordenadores fuera de la habitación. Niños que tienen televisores en sus dormitorios miran más horas al día la televisión.
  • No ver la televisión durante las comidas. Esta acción perjudica igualmente al niño malcomedor como aquel que tiene sobrepeso.
  • No ver por ver: ver sólo los programas favoritos.
  • Limitar los horarios en que ven televisión a días/horas específicos. Evite el uso de televisión y juegos de videoconsola y ordenador como recompensa por terminar los deberes y realizar las tareas domésticas.

Consejos para tener éxito:

  • Proponer otras actividades. En lugar de depender del tiempo de pantalla para resolver el problema del aburrimiento, ayude a su hijo encontrar otras actividades que realizar. Sugerir actividades clásicas, como leer, jugar un deporte o probar un nuevo juego de mesa.
  • Dar un buen ejemplo. Ser un buen modelo a seguir limitando su propio tiempo de pantalla.
  • Desenchúfelo. Si el tiempo de pantalla se está convirtiendo en una fuente de tensión en su familia, desenchufe el televisor, apague el ordenador o guardar los videojuegos por un tiempo. Usted puede designar a un día a la semana un día sin pantalla.
  • Conviértase en un participante activo. Vean programas juntos y comenten lo que ven. No permitas que tu hijo se deje engañar fácilmente. Ayúdale a diferenciar entre la información falsa y la verdadera. Es importante enseñarle a que sea crítico y sepa pensar por si mismo.
  • Cuando su hijo vea la televisión intente que sean programas de calidad. En lugar de mantener el televisor encendido todo el tiempo, seleccionar un programa y elegir un momento específico para verlo.
  • Preste atención a las Guías de TV para los padres – un sistema que clasifica los programas basados en la idoneidad para los niños. Utilice los ajustes de control parental en su ordenador personal. Ver los videojuegos antes de permitir a su hijo jugar con ellos. Utilice dispositivos de filtrado (como TiVo) para filtrar los anuncios publicitarios y ver programas en menos tiempo.
  • Grabar programas. Y verlos más tarde. Esto permitirá que salte o avance rápido a través de anuncios que venden juguetes, comida basura u otros productos, así como poner en pausa un programa cuando se quiere hablar de algo que has visto – como una representación de valores de la familia, la violencia o el abuso de drogas. Cuando vea programas en directo, utilice el botón de silencio durante los anuncios.
  • Elegir videojuegos que fomenten la actividad física. Mejor aún, hacer de los juegos una experiencia familiar.
  • Resista las quejas de los niños: Este podría ser el desafío más grande de los padres. Puede ser difícil empezar a limitar el tiempo de pantalla al principio, sin embargo vale la pena el esfuerzo. Mediante la creación de nuevas reglas y constantemente haciendo pequeños cambios en la rutina de su hijo, usted puede reducir el tiempo de pantalla y sus efectos.

Fuente: Centro de Investigación Preventiva en Facultad de Salud Pública de Harvard

Imagen: cadizdirecto.com
Esta entrada es original del blog “Komo-como” de Regina Martínez.