Ingredientes:
– 400 grs de pechuga de pollo de corral deshuesada
– 2 dientes de ajo
– una cucharada de mostaza a la Antigua
– ralladura y zumo de limón
– una cucharadita de cúrcuma
– unas semillas de comino
– unas hojas de culantro fresco
– unas cucharadas de sémola fina, tipo cuscús
– la misma cantidad de pan rallado
– algo de harina
– sal y unos granos de pimienta negra
– aceite de oliva

Preparación:
Una vez repasado el pollo para eliminar los restos de grasa, lo cortamos en tiras gruesas que cortamos luego en dados. Se pasan a un cuenco con unas gotas de zumo de limón. En el mortero, machacar los granos de pimienta fresca con las semillas de comino y un pellizco de sal. Agregar los ajos, ralladura de piel de limón y un puñado de hojas de culantro picadas. Majar todo junto y mezclar con la mostaza. Verter en el cuenco con los dados de pollo, procurando que queden bien impregnados. Tapar con film y dejamos tres o cuatro horas en el frigorífico.

Pasado este tiempo, en un plato hondo, mezclamos el pan rallado con la sémola y más o menos la misma cantidad de harina. Ponemos al fuego una sartén grande con abundante aceite a calentar y escurrimos los dados de pollo. Se van pasando por el plato y los rebozamos, presionando con las manos para que quede bien adherido. Los vamos friendo por tandas, de modo que queden hechos y jugosos por dentro y muy doraditos por fuera.

A medida que los vayamos teniendo hechos se sacan bien escurridos a un plato cubierto con papel absorbente y se sirven recién hechos acompañados de una ensalada de rúcola y tomates cherry.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.