Ingredientes:
-500 g de harina de fuerza
-1 sobre de levadura seca de panadero
-2 cucharaditas de sal
-1 cucharadita de azúcar
-400 ml de agua tibia
-2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

Preparación:
En un bol amplio ponemos la harina junto con el resto de ingredientes secos: la levadura, la sal y el azúcar. Mezclamos para que se repartan todos los ingredientes de forma homogénea. Por otro lado, añadimos dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra en los 400 ml de agua tibia y removemos un poco para que se mezclen algo. Hacemos un volcán con la harina, dejando un hueco en el centro e incorporamos poco a poco el agua, mezclando la harina de fuera hacia dentro. Si tenéis una rasqueta os será mucho más sencillo si no, tendremos que meter las manos en la masa Al principio la masa es muy pegajosa y se os quedarán las manos bien pringadas, pero no os preocupéis, sacad vuestros brazos de acero a relucir y amasad como podáis Según vayamos amasando, la masa se irá haciendo menos pegajosa y se irá despegando de las manos. Necesitaremos unos 10-15 minutos de amasado hasta obtener una masa moldeable que no se nos pegue en las manos. Si veis que necesitáis incorporar un poco más de harina, podéis hacerlo, pero sin pasaros. Lo ideal sería hacer este proceso en una panificadora o en un robot de cocina, pero se puede hacer perfectamente sin ayuda de ninguna máquina

Enharinamos un poco un bol suficientemente grande, colocamos la masa, tapamos con un paño de algodón y dejamos que leve durante unas horas. Dependiendo de la temperatura del lugar, podrá tardar entre 1 y 3 horas. Pasado ese tiempo, ponemos la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y aplastamos un poco con los nudillos para quitarle el aire. Volvemos a poner en el bol y dejamos que vuelva a levar el mismo tiempo. Pasamos la masa de nuevo a una superficie enharinada y boleamos (le damos forma de bola) la masa hasta conseguir una forma de hogaza. Dar con la forma correcta del pan os llevará más de un intento porque las primeras veces saldrá un pan que parece una pelota más que una hogaza, pero con la práctica os quedarán perfectos Colocamos la masa sobre la bandeja del horno con un papel vegetal y hacemos unos cortes en la parte de arriba (bien en forma de cruz o con 4 cortes como aparece en las fotos). Calentamos el horno a 230ºC, echamos agua dentro del horno con un pulverizador para crear humedad y horneamos nuestro pan casero durante unos 30 minutos aproximadamente. Como siempre, el tiempo variará un poco de cada horno.Cuando veamos que está dorado, lo sacamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. Cuando esté frío podremos deleitarnos con nuestro pan casero.

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio “No me comes nada”