Pan sin amasado – receta
Ingredientes:
– 350 g de harina de trigo
– 150 g de harina integral de trigo
– 330 ml de agua
– 1,5 g de levadura seca de panadero
– 10 g de sal
Elaboración:
Ponemos todos los ingredientes juntos en un bol amplio y los mezclamos hasta que estén totalmente integrados. No necesitáis ningún utensilio para hacer la mezcla, simplemente con una mano os dedicáis a mezclar con ganas todos los ingredientes (la otra mano la usáis para ir girando el bol). Os tiene que quedar una masa pegajosa, no caigas en la tentación de echar más harina para que no se pegue en las manos. Dejamos reposar la masa unos 5-10 minutos y le haremos unos pliegues de la siguiente manera. Imaginad que la masa tiene 4 lados, vamos a llamarlos como los puntos cardinales: norte, sur, este y oeste. Cogemos la masa por el norte, la estiramos un poco y la doblamos hacia el sur (podéis ver en las fotos el proceso de estirado y doblado). Repetimos lo mismo con el sur (doblando hacia el norte), el este (doblando hacia el oeste) y, por último, el oeste (doblando hacia el este, como ya habréis adivinado). Dejamos reposar la masa 15 minutos y repetimos los pliegues. Volveremos a reposar/plegar otras 2 veces más, lo que hará un total de 4 procesos de pliegues.
Simplemente con el reposo y los pliegues, ya notareis que la masa ha empezado a coger cuerpo porque el gluten habrá comenzado a desarrollarse. Tapamos el bol con film (para evitar que la masa se seque) y lo metemos en la nevera hasta el día siguiente (mínimo 12h, pero cuanto más mejor). Pasado ese tiempo veréis que la masa habrá ganado volumen. Sacamos la masa de la nevera y le damos la forma que vayan a tener nuestros panes (podéis dejarla reposar 1h fuera de la nevera para facilitar esta parte). Lo más sencillo es hacer una bola con la masa (bolear) para darle forma de hogaza, pero podríais dividirla en 2 para darle forma alargada de barra.
Si hacéis una hogaza como en mi caso, una vez le hayáis dado la forma, la volvéis a poner en un bol sobre un paño enharinado para evitar que pierda la forma. Dejamos que fermente 2 horas tras el formado. Precalentamos el horno a 250ºC con dos bandejas en el interior: una a media altura (donde colocaremos el pan) y otra en el fondo del horno. Ponemos la hogaza sobre papel de hornear y la traspasamos a la bandeja correspondiente (yo me ayudo de la rejilla del horno para no sacar la bandeja). Para crear un golpe de vapor y que el pan crezca, verteremos medio vaso de agua sobre la bandeja que hemos colocado en el fondo y cerramos rápidamente la puerta del horno. Pasados 10 minutos, bajamos la temperatura a 22ºC, sacamos la bandeja del fondo para quitar la humedad que pueda quedar y dejamos hornear otros 25 minutos más. Si queréis una corteza más crujiente, pasado el tiempo de horneado, apagad el horno y dejar reposar el pan en el interior durante 20 minutos con la puerta entreabierta.
Finalmente, sacamos nuestra hogaza de pan sin amasado del horno y la dejamos enfriar sobre una rejilla.
Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio “No me comes nada”