Con Cuchillo y Tenedor ofrece un plato de bajo presupuesto, con un modo de preparación no muy complicado, y que por su aporte en hidratos es ideal para estas épocas. Se trata del pastel de patatas y setas, un primero basado en una especialidad culinaria italiana la Teglia di patate e funghi. Para su elaboración son necesarias patatas, setas, cebollas, queso, leche, aceite de oliva y pimienta y sal.

Sobre la elección de las setas para preparar el pastel las variables son tantas como gustos tenga el cocinero o el comensal. En principio los Boletus resultan una gran decisión debido a la jugosidad que aporta el hongo. La especie Edulis es de las más populares en todo tipo de comidas. Otra de las opciones puede ser incluir en el plato Amanita Caesarea, o de los Césares (también conocida como tana), o bien Amanita Ponderosa, conocida como gurumelo y a la que ya le dedicamos un post referente a su recolección y uso culinario.

En otro orden, las Lepiotas, sobre todo la conocida como galamperna, gallipierna o parasol, que aun presentando una carne más fina y menos abrupta que los Boletus o Amanitas, en su cocción o preparación suelta un caldo muy generoso y con un sabor muy potente y aromático.
En este plato, sin embargo, como indicábamos líneas arriba cualquier seta comestible es bien recibida y quedaría fundida perfectamente con el resto de ingredientes: agaricus, russula, níscalos, rebozuelos, setas de caldo…

Ingredientes para 6 personas:
– 1 Kilo de patatas
– 200 Gramos de setas
-2 Cebollas fileteadas
-100 Gramos de queso parmesano
-1/2 Litro de leche
-Aceite de oliva virgen extra
-Pimienta
-Sal

Preparación:
Hidrata las setas durante una hora en agua tibia. Escúrrelas y rehógalas cinco minutos a fuego lento en una sartén con dos cucharadas de aceite. Posteriormente añádele las cebollas, cortadas finas en juliana fina, y mantén a fuego lento removiendo el contenido cada cierto tiempo, hasta que se pochen (color oscuro pero sin quemarse). Añádele sal y pimienta al gusto. Tras este paso, pela las patatas, córtalas en rodajas muy finas, y mientras se calienta el horno (180º), unta con aceite una cazuela para horno disponiendo en ella capas alternas de patatas y setas con cebolla, espolvoreándole a cada capa un poco de queso parmesano, pimienta y sal. Por último, cubre con leche y hornea durante al menos una hora (o hasta que no quede líquido y se dore el guiso). Déjalo todo reposar unos minutos, y ¡a servir!.

Imagen: Nuestras recetas.org