Ingredientes:
– 3 patatas medianas
– ½ kilo de setas tipo Portobello o Shi-itake
– 2 cebolletas hermosas
– 2 dientes de ajo
– un vasito de vino blanco seco
– un vasito de caldo de pollo desgrasado
– un vasito de nata ligera
– un vsasito de leche
– queso Gruyère o Emmental rallado
– unas ramitas de tomillo
– sal y pimienta negra molida
– aceite de oliva

Preparación:
Retirar la parte terrosa del pie de las setas y se dejan enteras. Las enjuagamos bien, se secan y las reservamos. Pelar las patatas, se cortan en rodajas de un centímetro, más o menos. Las escaldamos en agua hirviendo con un pellizco de sal, lo justo para que se ablanden ligeramente. Se sacan y se dejan enfriar. Precalentar el horno a 200 grados.

En una sartén calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva y rehogamos las dos cebolletas cortadas en tiras finas. Pochar a fuego suave y cuando estén blanditas, incorporar los dientes de ajo y damos unas vueltas para que no se doren. A continuación, incorporar la setas, subir un poquito el fuego, saltear brevemente y agregar el vino blanco. Cuando se evapore el alcohol agregar el caldo, sacudir la sartén y sofreír sin tapar para que reduzca el jugo.

En un cuenco mezclamos la nata con la leche, el tomillo desmenuzado, el queso rallado y una pizca de sal y pimienta. Engrasar una fuente de horno con unas gotas de aceite de oliva y cubrir el fondo con la mitad de las rodajas de patata. Sobre ellas extendemos la mitad de las setas y repetir, acabando con una última capa de setas. Napar con la mezcla de queso y hornear durante media hora. Gratinar antes de sacar del horno. Servir caliente.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.