Ingredientes:
– 2 huevos grandes
– 250 grs de zanahorias
– un trozo grande de jengibre fresco
– 100 grs de piñones
– 100 grs de azúcar moreno
– 50 grs de harina
– una cucharadita de levadura
– unas vainas de cardamomo
– un vasito pequeño de aceite
– una pizca de sal
– mantequilla y harina para el molde
– azúcar glas para decorar

Preparación:
En una sartén, sin nada de aceite, tostamos los piñones con cuidado de que no se quemen y los sacamos a un plato. Abrir las vainas de cardamomo, sacamos las semillas y se machacan en el mortero. Pelar y rallar el jengibre y lo pasamos a un cuenco. Rallar las zanahorias con una mandolina, las mezclamos con el jengibre y el cardamomo.

Luego, engrasar un molde cuadrado o rectangular con una pizca de mantequilla, espolvorear ligeramente con harina y lo dejamos en el frigorífico. Precalentar el horno a 180 grados. Aparte, en otro cuenco batimos los huevos con el azúcar y trabajar con varillas eléctricas hasta que tengamos una mezcla espumosa. Agregar el aceite y mezclar. Incorporar la harina tamizada con la levadura, una pizca de sal y los piñones tostados. Trabajar todo junto de modo que nos quede una masa lisa y sin grumos.

Por último, incorporar las zanahorias, el jengibre y el cardamomo y mezclar todo bien. Volcar en el molde, sacudir ligeramente para que no queden huecos y nivelar la superficie. Hornear durante cuarenta y cinco minutos y comprobar que está cuajado antes de sacarlo. Por último, dejamos templar antes de sacar del molde y dejamos enfriar sobre una rejilla. Cuando esté frío del todo, cortar en cuadraditos que colocaremos en cápsulas de papel y espolvoreamos generosamente con azúcar glas.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.