Ingredientes:
– 5 zanahorias medianas
– unos ramilletes de brécol
– 2 calabacines medianos
– un pimiento rojo
– 2 chalotas
– 250 mls de leche evaporada
– 4 huevos
– unas hebras de azafrán
– sal y pimienta negra molida
– mantequilla y pan rallado para el molde

Preparación:
En primer lugar, engrasar un molde alargado con algo de mantequilla y espolvorear con pan rallado. Sacudimos bocabajo para eliminar el sobrante y dejamos en el frigorífico. Luego, despuntar las zanahorias, las raspamos y las cortamos en rebanadas, a lo largo. Despuntar los calabacines, los pelamos a medias y se cortan igual que las zanahorias. Quitar el extremo a los tallos de brécol y los desmenuzamos en ramilletes pequeños. En una cazuela ponemos agua a hervir y escaldamos las tiras de calabacín. Se dejan en un escurridor. Hacemos lo mismo con las zanahorias y con el brécol procurando dejarlos “al dente”.

A continuación, precalentamos el horno a 190 grados. En un cuenco batimos los huevos hasta que queden bien espumosos. Agregar la leche evaporada y las hebras de azafrán y mezclar hasta obtener una crema bien trabada. En un chorrito de aceite de oliva, sofreímos las chalotas y los pimientos rojos, todo picado muy fino. Cuando estén blanditos, apartar del fuego y dejamos templar un poquito. Una vez templado el sofrito, mezclar con los huevos. Sobre el fondo del molde repartimos una cuarta parte de la crema, encima las tiras de zanahoria bien extendidas, luego más crema, las tiras de calabacín, más crema y por último, los ramilletes de brécol, bien ordenados. Cubrir con la crema restante y tapar con papel de aluminio.

Hornear una hora al baño María y dejar enfriar completamente dentro del molde. Servir cortado en rodajas y acompañar con una salsa de tomate casera.

 
Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.