Desde Con Cuchillo y Tenedor ofrecemos esta receta fácil, sencilla de cocinar y con un gasto bajo que puede convertir la experiencia de comer un vegetal como el calabacín en una comida apatitosa para todas las ecdades. Es un plato equilibrado, ligero, especial para acompañar a cualquier otro plato, o hacer las veces de primer plato. Por su composición puede ser especialmente sabroso conjugado con chacinas, cecina o jamón ibérico.

Ingredientes:
– 800 gramos de calabacines
-200 gramos de queso untable blanco tipo Philadelphia
– 3 cucharadas grandes de queso rallado Emmental
– 200 gramos de pan de molde
– Un vaso de leche semidesnatada
– 3 huevos
– Un diente de ajo
– Sal
– Pimienta
– Aceite
– 50 gramos  de pan rallado

Preparación:
En primer lugar lava los calabacines, sécalos y rállalos con un rallador de paso gordo. Introduce paralelamente en la picadora junto con el diente de ajo, el pan de molde previamente troceado  y pícalo todo hasta que quede bien desmenuzado. A continuación, se pasa a un recipiente y se le añade la leche, los huevos batidos, el queso tipo Philadelphia, el queso enmental rallado y se remueve todo bien. Tras esto se le añaden los calabacines y se salpimenta.

Tras esto se pone papel de horno en el fondo de un molde, se unta con aceite, se espolvorea con el pan rallado y se vierte la masa que previamente hemos preparado. En este momento, introdúcelo en el horno (precalentado), y deja a 180º que cueza durante aproximadamente 40 minutos. Una vez acabado de cocer, se deja que se enfríe, se saca del molde y se corta en rodajas.