Ingredientes:
– un pollo de corral mediano
– 3 zanahorias
– 250 grs de champiñones pequeños
– 2 cebolletas
– 2 dientes de ajo
– una copa de brandy
– ½ litro de vino tinto
– harina para rebozar
– un ramito hecho con tomillo, salvia, romero y un par de hojas de laurel
– sal y pimienta negra molida
– unos granos de pimienta de Jamaica
– 2 cucharadas de mantequilla
– aceite de oliva

Preparación:
La víspera, trocear el pollo, retirar la piel y la grasa, se enjuaga, se seca y pasamos a un cuenco con el ramillete de hierbas, unos granos de pimienta ligeramente machacados y cubrir con el vino. Tapar y dejamos en el frigorífico. Al día siguente, escurrir muy bien los trozos de pollo, secamos con papel de cocina y salpimentar. Pasamos por harina y en la cazuela donde vayamos a prepararlo, calentamos unas cucharadas de aceite de oliva y vamos friendo por tandas, a fuego vivo para que queden bien dorados pero jugosos por dentro. Se sacan a una fuente y se reservan.

En el aceite que nos ha quedado pochamos, a fuego muy suave, las cebolletas cortadas en aros finos. Cuando se ablanden, agregar los dientes de ajo enteros y machacados y las zanahorias raspadas y cortadas en rodajas no muy gruesas. Subir un poquito el fuego y sofreír brevemente. Pasados unos minutos, incorporar el pollo y el brandy. Flambear y cuando se evapore el alcohol, añadir el jugo de maceración con las hierbas, tapar y dejamos a fuego suave durante una hora y media.

Mientras, limpiar los champiñones y sin trocear, los salteamos con la mantequilla. Justo antes de apartar el guiso del fuego, se incorporan a la cazuela y sacudimos suavemente para que se mezclen con el pollo.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.