Ingredientes:
– un pollo de corral
– una docena de orejones de albaricoque
– 4 cebolletas
– 4 zanahorias
– una copita de Amontillado
– 2 vasos de caldo de ave desgrasado
– 2 hojas de laurel
– 3 clavos de olor
– 1 ramita de canela
– unas hebras de azafrán
– unos granos de pimienta de Jamaica
– ½ vasito de vinagre Balsámico
– aceite de oliva y sal

Preparación:
En un cuenco pequeño, calentar el Amontillado y dejamos dentro los albaricoques, en remojo para que se vayan hidratando con los clavos de olor y la ramita de canela. Luego, trocear el pollo en octavos, retirar la piel y la grasa. Enjuagar y dejar en un escurridor. Despuntar y raspar las zanahorias y las cortamos en bastones anchos.

En una cazuela grande, calentar unas cucharadas de aceite de oliva y sofreír, en primer lugar, los trozos de pollo ligeramente enharinados. Freír a fuego vivo unos minutos para que se doren por fuera y los sacamos bien escurridos a un plato. A continuación, bajar el fuego y rehogar las cebolletas picadas en tiras muy finas, hasta que comiencen a ablandarse.

Cuando estén transparentes, incorporamos las zanahorias, las hojas de laurel y unos granos de pimienta de Jamaica. Espolvoreamos una pizca de sal y tapamos durante diez minutos. Pasado este tiempo, incorporamos los trozos de pollo, añadir el vinagre de Módena, el Amontillado colado y los dos vasos de caldo. Sacudir la cazuela, tapar a medias y cocinar unos treinta minutos.

Al cabo de media hora, incorporar los orejones de albaricoque y el palo de canela, sacudir la cazuela y dejamos al fuego unos minutos más. Servir con cuscús al vapor.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.