Ingredientes:
– 400 g de pollo troceado
– ½ calabacín
– 1 cebolla
– 125 ml de manzanilla o vino blanco
– 1 + 1/2 cucharada de mostaza
– 1 cucharada de queso crema
– 3 cucharadas de nata
– 1 cucharada de mantequilla (sustituible por aove).

Preparación:
Vamos a empezar preparando las verduras para luego sólo tener que estar atentos a la sartén. Lavamos bien el calabacín porque le dejaremos la piel y lo picamos en brunoise muy finito junto con la cebolla. En mi caso he usado una cebolla morada porque me gusta más el sabor y el color que le da al plato. Ponemos una sartén a fuego medio y derretimos la cucharada de mantequilla con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. La mantequilla es para darle un poco más de sabor, pero, si queréis sustituirla, podéis echar un poco más de aceite sin problema. Incorporamos la pechuga de pollo cortada en trozos de bocado y salteamos hasta que el pollo haya cogido color.

Añadimos a la sartén las verduras troceadas y subimos el fuego hasta dejarlo alto. Salteamos 2 o 3 minutos el pollo junto con las verduras y, a continuación, incorporamos la manzanilla (o el vino blanco). Sin bajar el fuego, dejamos reducir el vino otros 2 o 3 minutos para que se evapore el alcohol. Es el momento de agregar la mostaza, el queso crema y la nata. Removemos bien para que se mezcle la salsa y bajamos el fuego casi al mínimo para dejar que todo se cueza lentamente durante unos 10 minutos aproximadamente.

Y nada más, ¿habéis visto que fácil? Podemos servir el pollo a la mostaza acompañado de arroz basmati porque le viene perfecto.

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo OsorioNo me comes nada