Tosta de solomillo de esturión ahumado y aceite basilippo, Ensalada de esturión confitado con aguacate y taquitos de jamón, Croquetas de esturión y langostinos o Lomo de esturión confitado con aires de escabeche y caviar.
Éstos son algunos de los platos que, hasta el domingo, ofrece en su carta La Jarana, en Kansas City, un restaurante regentado por Rocío y Diego Iglesias, dos hermanos que decidieron hace cinco años montar un negocio juntos. “Nuestra carta es muy variada, tenemos una cocina abierta, pero nuestra filosofía es potenciar los productos andaluces como el atún de Barbate o el vino espumoso de Almería”, comenta Rocío, de 34 años. “El esturión es un producto muy nuestro que hemos querido recuperar, por eso esta semana hemos querido celebrar una semana gastronómica centrada en este producto, concretamente el de Riofrío, en Granada”.
Autóctono del Guadalquivir, hace más de 3.000 años ya era un plato de lujo entre los fenicios, y para los romanos también era una carne muy apreciada y anunciaban con trompetas la llegada de su caviar a la mesa. En épocas más recientes, a punto de extinguirse de las aguas del Guadalquivir, durante mucho tiempo, sólo llegaba a los platos sevillanos gracias a la importación. “Ésta ha sido nuestra primera semana gastronómica, pero nuestro objetivo es celebrar otras jornadas con productos de diferentes regiones españolas, queremos recuperar lo nuestro”.
Fuente: Cristina Díaz, Diario de Sevilla