Ingredientes:
-Un kilo de calabaza de invierno, tipo Butternut
-3 huevos
-200grs de azúcar
-30 grs de mantequilla a temperatura ambiente
-150 grs de harina
-2 cucharadas de almendras molidas
-250 mls de leche o leche de coco
-Una varita de vainilla
-Algo más de mantequilla para el molde

Preparación:
Con la punta de un cuchillo abrimos la vainilla por la mitad, a lo largo. Raspamos las semillas y lo pasamos todo a un cazo con la leche. Arrimar a fuego suave y antes de que comience a hervir, apartamos y dejamos enfriar tapado. Luego, precalentar el horno a 200 grados. Limpiar la calabaza y la cortamos en daditos. Los colocamos sobre una bandeja forrada con papel de aluminio y “cerramos” con otra hoja de papel para que no se escape el vapor. Hornear durante veinte minutos. Cuando la calabaza esté cocida, machacar con un tenedor y pasamos a un escurridor para que suelte todo el agua y se vaya enfriando. Una vez fría, pasamos la calabaza a un cuenco y agregamos la almendra molida, el azúcar y la harina tamizada. Poco a poco, añadimos la leche colada y la mantequilla. Vamos trabajando todo para que se vayan mezclando los ingredientes. Agregar el agua de azahar y los huevos, uno a uno, sin dejar de mover. Por último, bajar la temperatura del horno a 180 grados. Volcar la mezcla en un molde ligeramente engrasado y hornear durante cuarenta y cinco minutos. Pasado este tiempo, pinchar con un cuchillo para comprobar que está cuajado. Sacar del horno y dejamos enfriar. Luego, pasamos al frigorífico donde lo dejaremos un mínimo de cuatro horas.

Si quieres ver receta en su blog de origen, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Laura Vichera “¿Qué comemos hoy?”