Ingredientes:

– 3-6 puerros
– 6 lonchas de jamón cocido
– 6 lonchas de queso
– Parmesano rallado

Para la bechamel

– 30 g de mantequilla
– 3 cucharadas de harina
– 300 ml de leche entera
– Media cucharadita de curry
– Sal

Elaboración:

Ponemos a calentar una olla con abundante agua y sal. Cortamos los puerros en trozos, les quitamos la primera capa y los enjuagamos debajo del grifo para quitarle la tierra que puedan traer. Cuando el agua rompa a hervir, echamos los puerros y dejamos que se cuezan unos 15-20 minutos, dependiendo del grosor, hasta que estén blandos.

Mientras los puerros están cociéndose, preparamos la bechamel. Echamos la mantequilla en un cazo o en una sartén a fuego medio. Cuando se derrita la mantequilla, incorporamos la harina, mezclamos para que se integren bien ambos ingredientes (se forma una pasta que se denomina roux) y dejamos un minuto que se tueste durante un minuto aproximadamente, removiendo de vez en cuando. Añadimos la leche poco a poco, removiendo constantemente para que se vayan deshaciendo los grumos de la mezcla. Cuando la bechamel empiece a espesar, añadimos media cucharadita de curry. Rectificamos la textura añadiendo un poco más de leche si queréis una bechamel más líquida.

Con los puerros cocidos, los escurrimos lo mejor que podamos para que no suelten agua durante el gratinado. Enrollamos cada trozo de puerro en una loncha de jamón cocido y en una loncha de queso. Colocamos los puerros sobre una fuente apta para horno y vertemos la bechamel por encima. Espolvoreamos parmesano rallado al gusto por encima. Metemos al horno y gratinamos los puerros hasta que se forma una buena capa dorada por encima.

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo Osorio ‘No me comes nada’.