Quesos Doñana consigue otro reconocimiento internacional
La empresa onubense Quesos Doñana ha vuelto a situar a la provincia de Huelva, y más concretamente a Bonares, en el escenario donde se produce uno de los mejores quesos artesanales del mundo, tal como lo ha reconocido la World Cheese Awards al concederle la medalla de plata a su queso de cabra curado al pimentón.
La ciudad inglesa de Birmingham ha sido este año escenario de la vigésimo cuarta edición de estos prestigiosos premios internacionales en los que miden su calidad y sabor hasta 2.500 quesos provenientes de 45 países. Una selección que corresponde a un jurado de más de un centenar de expertos que catan estos manjares que se dividen en más de 60 categorías diferentes, dependiendo de la leche con la que se elabore el producto, así como su textura y estado de duración.
Este reconocimiento a Quesos Doñana se suman a los dos oros obtenidos en 2009 en el World Cheese Award a su queso curado de oveja y su homónimo de cabra al pimentón.
El maestro quesero y gerente de la empresa, Juan Francisco Cazo, señaló que el premio representa un “estimulo” y un refrendo a un modo de elaboración artesanal donde se cuida y mima todo la escala productiva del queso. En concreto, Cazo reconoció que la medalla de plata por parte del organismo internacional representa un distintivo de calidad que “te abre las puertas de los círculos de tiendas gourmet“, si bien matiza que “la prioridad no es vender más, pues actualmente solemos agotar nuestra producción”.
Entre las previsiones del empresario no entra adquirir leche fuera de la comarca del Condado, primordialmente porque ello va en perjuicio de “un producto de autor”. En efecto, la leche de las cabras posee unas condiciones organolépticas que vienen marcadas indivisiblemente por el tipo de alimentación de los animales y sus condiciones de vida y clima; ello implica que exportar leche de otras zonas va a ir en detrimento del sabor, olor y textura del queso, de ahí que apueste por seguir la línea de trabajo y que la producción venga inexcusablemente determinada “por la producción que generan los ganaderos a los que adquirimos el producto”.
Fuente: Carlos López Martín