Razones por las que hay que empezar el día con un buen desayuno
No desayunar reduce el rendimiento, la concentración, y nos mueve a comer alimentos poco saludables durante el resto del día. El tiempo que empleamos en desayunar, el tipo de alimentos que escogemos, y si lo hacemos solos o en compañía, definen nuestro carácter y nuestro modo de afrontar el día.
4 grandes razones por las que desayunar
- Conservamos nuestra masa muscular. Con la edad, tendemos a perder masa muscular (sarcopenia), lo cual conlleva complicaciones óseas y articulares, menor gasto calórico y aumento de la grasa corporal y el peso. Empezar por un desayuno es esencial para el cuidado de la masa muscular, pues dotamos al músculo de energía desde primeras horas del día, especialmente necesario en el caso de las personas que practican deporte, ya que la actividad física, si no se combina con una alimentación adecuada, puede provocar pérdida de tejido muscular, con todas sus consecuencias, y afectar al rendimiento deportivo.
- Mantenemos activo nuestro metabolismo, evitando la acumulación de grasas. Rompiendo con los falsos mitos que apuntan a que no desayunar ayuda a perder peso de forma más rápida, los nutricionistas recalcan que el ayuno provoca que nuestro cuerpo entre en el llamado “modo ahorro” y comience a acumular calorías ante la situación de escasez de nutrientes.
- Comemos sano todo el día. El hecho de no desayunar se asocia a una mayor ingesta de calorías, pues llegamos a la próxima comida con más hambre, lo que provocará realizar una elección menos saludable de los alimentos y comer de forma más compulsiva. Así, debemos ver el desayuno como un aliado saciante en nuestra rutina alimentaria. Practicar el “desayuning” es una de las mejores herramientas para gestionar de forma saludable nuestro apetito el resto del día.
- Mejoramos el rendimiento y la concentración. Por el contrario, si no desayunamos, nuestros niveles de glucosa en sangre descienden (hipoglucemia). Ante esta situación, nuestro organismo busca fuentes de energía alternativas que conducen a una situación de cetosis, estado metabólico que puede afectar a nuestra salud a través de algunos síntomas como dolor de cabeza, mareos, debilidad, etc.
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