Ayer tuve la suerte, y el honor incluso diría, de presenciar la final nacional española del concurso de la Copa jerez 2014, sexta edición. Es la primera vez que asisto a este concurso, y aunque no a este tipo de actividad, he de reconocer, con admiración, que tanto la organización, como el nivel del concurso en si mismo, fueron dignos de elogio.

La palabra más usada para este tipo de actividades, es la de “maridaje” una palabra, que si bien es ya conocida e incluso habitual para la mayoría de los cercanos al mundo del vino, no lo es para gran parte del resto de los mortales -lo se porque invierto un buen rato en explicarla siempre en las catas-, pero ayer resultó no ser del agrado de parte del jurado. Este, compuesto por Beltrán Domecq, presidente del Consejo Regulador de Vinos de Jerez y Manzanilla, el chef de El Faro del Puerto, Fernando Córdoba, la periodista, Paz Ivison, especialista en el mundo del vino, y la enóloga, miembro de la Real Academia española de Gastronomía y Vicepresidenta de la Unión Española de Catadores, María Isabel Mijares, opinaban que esta palabra, ya no está a la altura de describir la sensación que se produce al tomar un vino con una comida mejorando cada uno de ellos por separado así como en su conjunto….no, para ellos esta palabra se queda corta, y…la verdad, cuanta razón tuvieron en el día de ayer.

Los finalistas, formados por los restaurantes “41° experience”, “Atrio” y “Venta Moncalvillo”, hicieron una armonía total de un concurso-velada impresionante. Cada una de las parejas compuestas por chef y sumiller que representó a cada restaurante, hizo una auténtica delicia en su búsqueda de sabores, texturas, aromas, presencia…

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