Ingredientes:
– 8 filetes pequeños de rosada
– unas hojas de espinaca tiernas
– un puñado de gambas peladas
– un diente de ajo
– la parte blanca de un puerro
– 6 cucharadas de nata líquida
– caldo de pescado
– una copita de vermú blanco seco
– sal y pimienta negra molida
– una pizca de nuez moscada
– una cucharada de mantequilla

Preparación:
Una vez limpias, picar las espinacas en tiras finas, las enjuagamos y se reservan. En una sartén con una cucharada de aceite doramos el diente de ajo muy picado, a fuego suave, con cuidado de que no se queme. Cuando comience a dorarse, añadimos las espinacas y subir un poquito el fuego para que reduzca el jugo. Luego, agregar las gambas y salteamos un par de minutos, añadir sal, pimienta y nuez moscada y sacar a un colador para que quede bien escurrido.

Luego, cortar dos láminas de film transparente y entre ellas colocamos los filetes de rosada. Se aplanan con el rodillo o con un mazo y salpimentar ligeramente. Sobre cada uno de los filetes, colocamos unas cucharadas del sofrito de espinacas y gambas, enrollar y cerrar con un palillo de dientes y los reservamos en el frigorífico.

En una cazuela baja, rehogamos el puerro muy picado con la mantequilla y cuando comience a estar transparente, agregar el vermú, dejamos evaporar el alcohol y añadimos luego el caldo. Dejar al fuego sin tapar para que reduzca. A continuación, pasar el sofrito al vaso de la batidora y triturar con la nata. En una fuente antiadherente colocamos los rollitos y napamos con la salsa. En el último momento, hornear unos diez minutos a 180 grados. Servir recién hechos y acompañar con arroz salvaje.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.