Rompiendo mitos en obesidad infantil
Me gustaría analizar algunos de los mitos que se dan en nuestra sociedad en torno a los niños con exceso de peso:
- El gordito saludable. Uno de los grandes problemas del sobrepeso u obesidad es que la familia no es consciente de que puede ocasionar serios problemas en la salud presente y futura del niño. Todavía solemos identificar al niño regordete como una expresión de belleza y salud. “mira que lorzas más hermosas le salen por los muslos”, “¡qué gordito¡, ¡está para comérselo!”. Este es un concepto muy arraigado en nuestra cultura. Pero debemos ser conscientes que el niño “gordito” de hoy se puede convertir en un obeso con una vida difícil. Es complicado cambiar la opinión dominante en la sociedad, pero también hay que decir que cada vez es mayor el número de padres responsables que empiezan a cambiar los criterios de nuestros abuelos. No me gusta ser negativa ni dramatizar pero debemos saber que la obesidad es un factor de riesgo establecido para el desarrollo precoz de múltiples enfermedades: hipertensión, hipercolesterolemia, patología cardiovascular, diabetes mellitus tipo 2, hiperinsulinismo, baja autoestima, rechazo social, rechazo laboral, depresión, aislamiento social, trastornos de conducta…
- El gordito feliz. No hay una personalidad única que defina a las personas con sobrepeso, diríamos que hay tantos temperamentos como niños gorditos. Aunque hay un grupo de ellos que responden a la concepción tradicional de extrovertidos, sociables y productivos la realidad es que debajo de esa máscara de felicidad y fácil interacción social se pueden esconder sentimientos de inferioridad, baja autoestima, pasividad y necesidad de cariño. Vivimos en una sociedad llena de prejuicios. Los niños con sobrepeso son más susceptibles de tener problemas psicológicos y de que estos problemas persistan en la edad adulta. A los seis años, los niños ya han captado el mensaje social de que ser gordo es malo, y algunos niños con sobrepeso son rechazados y marginados socialmente o desarrollan una imagen corporal distorsionada. Los adolescentes fundamentan en gran parte su autoestima en la aprobación de su propia corporalidad. Los problemas que acompañan a una mala imagen corporal son: baja autoestima, problemas con la identidad de género, ansiedad interpersonal, problemas en las relaciones sexuales, depresión.
- El gordito que adelgaza con el estirón. Nada tan alejado de la realidad. Cuando la obesidad se inicia entre los seis meses y los siete años de vida, el porcentaje de los que seguirán así de adultos es del 40%, mientras que cuando se inicia entre los 10 y los 13 años, las probabilidades son del 70-80%. Por eso no representa ninguna ventaja y sí muchos inconvenientes esperar a que el niño gordito llegue a la edad adulta para tratarlo.
- ¡Es que ha salido a su madre/padre/abuelos! ¡Qué le vamos a hacer! Para contestar a esa afirmación, son muchos los estudios que se han realizado y, aunque verdaderamente resulta difícil interpretar sus resultados, se calcula que el factor genético es solo responsable del 25% del peso, y los condicionantes externos, del otro 75%. Lo que ocurre más bien es que se adquieren una serie de costumbres de nuestros progenitores. ¿Se puede hacer algo? Se puede y se debe. Es muy importante el ejercicio físico además de cuidar la alimentación. No es cuestión de genética, sino de costumbres.
- “No se cómo está gordo porque no come mucho y después no para en todo el día. Yo creo que va a ser algo del tiroides”. Todos los seres humanos engordamos cuando el balance calórico es positivo; es decir que sin importar si comemos mucho o poco, comemos mas de lo que nuestro cuerpo necesita para mantener su peso constante, siendo la causa de el conocido sobrepeso u obesidad. La mayoría de los gordos creen que las glándulas, en especial la tiroides, son las culpables de todos sus males. Esto puede ser cierto, pero solo en contados casos. En la mayoría de la gente con sobrepeso la función tiroidea es normal. Las personas que tiene sobrepeso no es solo porque comen más de la cuenta. Son varios los factores que influyen en la gordura y los mas significativos son: herencia, ejercicio físico, metabolismo, hábitos alimentarios, hormonas…
- “Tienes que comer para hacerte grande”. Muchas personas creen que el crecimiento es consecuencia de la alimentación, pero no es así: en realidad no crecemos porque hemos comido, sino que comemos porque estamos creciendo. La talla final que alcanza nuestros hijos depende básicamente de sus genes y sólo un poco de su alimentación.
Fuente: Obesidad infantil: Julián Lirio Casero | Imagen: storybird.com/shishir-naik/
Esta entrada es original del blog “Komo-como” de Regina Martínez.