Didier Bricout fue elegido presidente del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen a principios del mes de agosto. Es licenciado en Ciencias Empresariales y ha desarrollado su actividad profesional en diversas agencias de publicidad. Desde 2008 es gerente de Bodegas Málaga Virgen y, en la actualidad, es el administrador único de la empresa. Bricout asume la presidencia de este organismo tras el fallecimiento, el pasado mes de junio, de Cayetano Garijo Alba, quien estuviera al frente del mismo durante más de 10 años.

-Acaba de estrenarse como presidente del Consejo Regulador. ¿Qué retos se marca?
-Principalmente la continuidad en el control y garantía de los vinos y las pasas, amparados en el Consejo Regulador, y reforzar la promoción tanto en España como en el extranjero.

-¿Cuáles son esos planes de promoción a corto y medio plazo?
-En clave de mercado interior, nos importa mucho el de la propia capital y la provincia, donde creo que deberían tener una mayor presencia. Hemos de esforzarnos en comunicar su calidad y el valor añadido que representa el hecho de que sean productos de nuestro territorio. El mercado exterior es otro de los objetivos de nuestro trabajo, que debe consistir en darnos a conocer en países emergentes de América y Asia, algunos de ellos ya incipientes.

-Usted ha desarrollado parte de su actividad profesional en el ámbito de la publicidad. ¿Qué ventajas puede tener este perfil para cumplir ese reto?
-En mi opinión, en el punto en que nos encontramos, debemos abordar todo el proceso desde el canal de distribución hasta el consumo final. A priori puede que esta no parezca una labor propia de un Consejo Regulador, pero creo que desde este organismo se puede aportar bastante.

-Según las previsiones, en esta campaña las bodegas rozarán el millón de litros de vino tinto, blanco y rosado. A la luz de estos datos, ¿se puede decir que los vinos de Málaga viven una época dorada?
-En realidad lo que está viviendo es un resurgimiento. Sólo nos debe servir de referencia el hecho cierto de que hace 12 años había una decena de bodegas pequeñas y medianas que elaboran vinos muy interesantes. La producción de vinos crece, sí, pero hemos de ser conscientes de que somos una denominación de origen pequeña, aunque con unos niveles de calidad excepcionales, y eso es lo que importa.

-A menudo se habla de que el mercado del vino en España está saturado y que es difícil hacerse un hueco. ¿Cree que Málaga lo ha encontrado?
-La provincia tiene la virtud de ser productora de vinos de muy diferentes tipologías, los Málaga y los Sierras de Málaga, lo que supone una importante oportunidad para los elaboradores. Es cierto que el consumo per cápita en este país ha bajado mucho en los últimos tiempos, lo que da lugar a una saturación de la oferta en el mercado, pero nuestra opción es el origen y la diversidad. Si bien, necesitamos fortalecernos y permanecer en la lucha de estar presentes en los canales de distribución y en los puntos de consumo final.

-Una de las quejas habituales del sector es el escaso apoyo de la restauración malagueña a los vinos locales. ¿Apuestan más los restaurantes por un Rioja que por un caldo propio?
-Cada vez es más común, y menos difícil, encontrar nuestros Málaga y Sierras de Málaga en la restauración de la zona, y eso es el resultado de la sensibilidad de los propios restaurantes, vinateras y hoteles. No obstante, está todo por hacer. Hay que trabajar mucho en el ámbito de la comunicación y de la promoción para que sea entendida y apreciada nuestra oferta. Málaga es nuestro espacio natural.

-¿Cuáles son los principales mercados receptores de los vinos malagueños?
-Prácticamente el 34% de la producción se dirige al mercado exterior, siendo los países de nuestro entorno, Francia, Alemania y Suiza, entre otros, los principales importadores. Después, Estados Unidos. Por otro lado, no dejamos de analizar a los países emergentes que puedan tener una sintonía cultural con el nuestro o aquellos en los que el vino empiece a tener un significado cultural y gastronómico parecido al europeo.

-¿Que tipo de vino es el que más peso tiene en la producción vinícola malagueña?
-Los vinos con Denominación de Origen Málaga, de licor y naturalmente los dulces, son los que mayor cuota de mercado tienen, aún así, cada vez tienen más relevancia los vinos blancos, tintos y rosados protegidos bajo la DO Sierras de Málaga. Los dulces han supuesto una importante apuesta que se está consolidando como una de las líneas de trabajo más relevante. Mientras, los Sierras de Málaga representan por sí mismos una auténtica innovación para el mundo del vino en la provincia.

-Su antecesor, Cayetano Garijo Alba, realizó una gran labor en el impulso del sector vinícola de Málaga. ¿Cómo recuerda su figura?
-Para el sector del vino Cayetano ha sido un hombre muy importante y querido. Fue el coordinador de un proyecto de la Junta de Andalucía para el estudio e incorporación de nuevas variedades a la producción vinícola andaluza, lo que a la larga sería de un alto interés para Málaga. Conocía muy bien el sector del vino, por pertenecer a una familia de tradición bodeguera, lo que le permitía comprender nuestra problemática y buscar soluciones. Siempre nos apoyó. Además, durante su presidencia se inauguró el Museo del Vino, hecho que supuso un antes y un después de la presencia de nuestros vinos en la ciudad de Málaga. Los vinos y las pasas han sufrido una gran pérdida.

Fuente: Conchi García, Málaga Hoy