Ingredientes:
– 5 huevos
– 150 grs de queso azul, tipo Roquefort o Bavaria
– un puñado de piñones
– 2 cucharadas de mantequilla
– 2 cucharadas de harina
– 2 vasos de leche
– una pizca de nuez moscada
– sal y pimienta negra recién molida
– mantequilla y pan rallado para el molde

Preparación:
En primer lugar, separar las yemas y montar las claras a punto de nieve muy fuerte en un recipiente bien frío con una pizca de sal y dejamos en el frigorífico. Tostar los piñones en una sartén sin nada de aceite hasta que queden doraditos. Se reservan. A continuación, engrasamos un molde grande o cuatro individuales con la mantequilla y espolvoreamos las paredes y el fondo con pan rallado. Sacudimos para eliminar el sobrante y dejamos los moldes en el frigorífico igualmente.

Luego, en una sartén grande, calentamos las dos cucharadas de mantequilla y espolvoreamos la harina, rehogamos para que quede bien tostada y vamos incorporando la leche, a temperatura ambiente, poco a poco y sin dejar de mover. También añadimos sal, pimienta recién molida y una pizca de nuez moscada. Dejar a fuego lento, sin dejar de mover durante hasta que adquiera consistencia. Apartamos y dejamos templar. Precalentar el horno a 200 grados.

Una vez fría la bechamel, le añadimos las yemas una a una para que la masa las vaya absorbiendo. Cuando estén todas incorporadas, agregar el queso desmenuzado y los piñones ligeramente machacados. A cucharadas, le vamos agregando las claras montadas, moviendo muy despacio para que no se bajen. Rellenar los moldes dejando un tercio libre de modo que al subir no se derrame. Horneamos durante quince o veinte minutos y servimos enseguida. Acompañamos los suflés con una ensalada de lechugas variadas.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.