Ingredientes:
– 200 grs de trucha ahumada
– un puñado de hojas de rúcola
– 4 huevos
– 1 cebolleta
– unas plumas de eneldo fresco
– 2 vasos de leche
– 2 cucharadas de mantequilla
– 2 cucharadas de harina
– una pizca de nuez moscada
– sal y pimienta negra molida
– mantequilla y pan rallado para el molde

Preparación:
En primer lugar, si la trucha es en aceite, escurrimos bien, secar con papel de cocina y cortar en tiras finas o en daditos y reservar. Separar las yemas y montar las claras a punto de nieve fuerte. Luego, picar la cebolleta muy menuda y pochamos en unas gotas de acetie de oliva hasta que esté blandita. Agregar luego las hojas de rúcola lavadas y secas y saltear brevemente. Apartar enseguida y volcar en un cuenco. Añadir una pizca de sal y pimienta.

A continuación, en la misma sartén, derretir la mantequilla, rehogamos la harina y cuando esté bien tostada, vamos agregando la leche poco a poco, moviendo con unas varillas para que se nos vaya formando una crema suave y sin grumos. Añadimos el eneldo muy picado y continuamos moviendo. Nos debe quedar una crema espesa pero no demasiado, agregamos sal, pimienta y nuez moscada y apartamos. Cuando esté más templado, incorporar el sofrito de cebolleta y rúcola y las tiras de trucha. Añadir también las yemas y mezclar todo bien.

Poco a poco, incorporar las claras montadas, a cucharadas para que no se bajen y volcar en un molde de suflé engrasado con la mantequilla y espolvoreado con el pan rallado. Llenar dejando un tercio libre para que no se derrame al subir. Hornear unos veinte minutos y sacar enseguida a la mesa.

Esta receta es original del blog “¿Qué comemos hoy?” de Laura Vichera.