No cabe duda de que en términos beneficio-riesgo, el pescado se considera necesario y saludable en la dieta. Aporta proteínas de buena calidad, es bajo en grasas saturadas, y fuente importante de ácidos grasos omega 3. Es un alimento de fácil digestión, que aporta vitaminas tan importantes como la vitamina A, D, E, B6 y B12 y tiene un adecuado equilibrio de los distintos nutrientes. En el caso de los pescados consumidos con espinas, son ricos en Calcio.

Los principales tipos de toxinas en el pescado son el mercurio, las dioxinas y los bifenilos policlorados (PCBs). La cantidad de toxinas depende del tipo de pescado y donde es capturado. El mercurio se genera naturalmente en el medio ambiente y también puede ser emitido al aire por medio de la contaminación industrial. El mercurio cae del aire y se acumula en corrientes fluviales y océanos, y se convierte en mercurio metílico en el agua. Éste es el tipo de mercurio que puede ser dañino para los fetos y niños pequeños. Los peces absorben el mercurio metílico, que se acumula en sus cuerpos, a medida que se alimentan en dichas aguas. Dentro de la cadena alimentaria las especies más grandes y/o los depredadores al comerse a los peces más pequeños, son los que alcanzan mayores concentraciones de mercurio. Cuanto más tiempo vive un pez, más grande se hace y más mercurio puede acumular. Estos animales marinos son: Pez espada, Tiburón, Lucio y Atún Rojo.

El mercurio es particularmente perjudicial para el desarrollo del sistema nervioso y el cerebro de los niños no nacidos y los niños pequeños. Para la mayoría de los adultos, sin embargo, es poco probable que el mercurio pueda causar algún problema de salud.

Sin embargo, existen ciertos grupos de población para los que existen recomendaciones particulares, como mujeres embarazadas, mujeres que pudieran estarlo, mujeres lactantes y niños hasta 30 meses.

¿Cuál es la relación entre el embarazo y el pescado?
Los mariscos y pescados son una gran fuente de proteínas y hierro – nutrientes esenciales para el crecimiento de su bebé y el desarrollo. Además, los ácidos grasos omega-3 en el pescado pueden promover el desarrollo del cerebro del bebé.

Aunque el mercurio en pescados y mariscos no es una preocupación para la mayoría de los adultos, las precauciones especiales deben aplicarse si usted está embarazada o planea quedar embarazada. Si usted come regularmente pescado con alto contenido de mercurio, la sustancia se acumula en el torrente sanguíneo a través del tiempo. A su vez, demasiado mercurio en la sangre puede dañar el desarrollo del cerebro de su bebé y el sistema nervioso.

En 2010, AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), calculó que:

  • Una mujer embarazada de 60kg que ingiriera una ración de 100 g de pez espada a la semana superaría la ingesta máxima tolerable de metil-mercurio
  • Un niño de entre 7-12 años de 35 kg podría consumir sólo media ración 50 g de pez espada a la semana y ningún otro de los pescados grandes en esa misma semana

Estos alarmantes resultados hicieron que se revisara las recomendaciones para la población vulnerable. En abril de 2011 la EFSA y AESAN actualiza las recomendaciones para ciertos grupos de población.

Pescados Mujeres fértiles, embarazadaso en periodo de lactancia Niños menores de 3 años Niños de 3 a 12 años
Pez EspadaTiburón

Lucio

Atún Rojo*

Evitar su consumo Evitar su consumo Limitar a 50 g/semana o

100g/ 2 semanas

(no consumir ningún otro pescado de esta categoría en la misma semana)

* El Atún Rojo es Thunnus thynnus, normalmente consumido en filetes, fresco o congelado.

El Atún Blanco también conocido como Bonito del Norte es Thunnus alalunga mientras que el Atún Claro pertenece a la especie Thunnus albacares.

¿Y el atún en lata?
La AESAN ante la pregunta sobre el atún en conserva indica “Las especies que se enlatan (conservas) son de un tamaño mucho menor, por lo que su contenido en mercurio disminuye considerablemente.”

La Agencia de Alimentos y Fármacos (FDA) recomienda que los niños no coman más de dos raciones tamaño infantil a la semana de atún en lata (cuando es atún claro) y no más de una ración a la semana de atún en trozos o de atún blanco. Esto es porque el atún blanco es un pez más grande que tiende a acumular más mercurio.

¿Qué pasa si comemos más de la cantidad recomendada de pescado y marisco en una semana?
El consumo de pescado que se realiza en una semana no modifica considerablemente el nivel de mercurio metílico en el cuerpo. Si come mucho pescado en una semana, debemos reducir la cantidad durante una o dos semanas después. Sólo asegúrese de que coma el promedio de la cantidad recomendada cada semana.

Esta entrada es original del blog “Komo-como” de Regina Martínez.