Pelamos y picamos los dientes de ajo, los ponemos en un mortero con el aceite, pimienta, sal y mezcla de aromáticas picadas.
Con un pincel de silicona pintamos los trozos de pollo...
En una sartén honda y grande cubrimos el fondo de aceite y calentamos a fuego vivo. Freímos las almendras y un ajo, teniendo cuidado para que no se quemen y amarguen; una vez fritas, las ponemos en el vaso de la batidora...
En el mortero preparamos un majado con los dos dientes de ajo, granos de pimienta, las hebras de azafrán, la ralladura de piel de limón y parte de las hierbas picadas. Añadir una pizca de sal y trabajar hasta que nos quede una pasta.
Troceamos muy pequeño los ajos y el perejil. En una sarten ponemos a calentar el aceite y doramos los ajos picados. Cuando estén dorados añadimos la sepia cortada en trozos...
En un bol, aliñamos el conejo con sal y pimienta, perejil, el romero y el laurel y añadimos un poquito de vino blanco, dejándolo durante 15 minutos en el frigorífico...