Rehogamos en aceite de oliva la cebolla y el pimiento. Incorporamos la carne y dejamos cocer a fuego lento añadiendo agua –y vino blanco si queremos– hasta que la carne esté tierna...
Se sofríe la carne con las especias y el vino blanco, después se deja reposar para que se enfríe. Una vez frío rellenamos las láminas de pasta con la carne a modo de saquito, y atamos con cebollino...