La mejor receta para enfrentarse a la crisis es aplicar una elevada dosis de optimismo, elaborar los platos con "magia y sentimiento" manteniendo siempre la buena calidad y adaptarse a los nuevos tiempos,
Coinciden en señalar que con la crisis económica los índices de obesidad podrían aumentar en los próximo años, ya que ahora se adquieren productos de "menos calidad" y se come "mucho peor".