Un rato antes, preparamos la base del pastel. Triturar las galletas en la picadora hasta que queden reducidas a polvo. Incorporar el plátano troceado, picar todo junto y pasamos a un cuenco...
Un ratito antes de prepararlas, despuntar las berenjenas y, sin pelar, se cortan en daditos pequeños que dejamos en un escurridor espolvoreados con sal gorda y un peso encima, así irán soltando el jugo amargo. Luego, pelar los tomates, retirar las semillas y los troceamos...
En una cazuela con poca agua o, mejor aún, al vapor, cocemos las patatas con su piel. Se pelan aún calientes y las machacamos en un cuenco con una cucharada de mantequilla, un poquito de leche, perejil picado, sal, pimienta, comino y nuez moscada...
Cuando empecemos a preparar el postre, remojar las hojas de gelatina en un cuenco con agua fría y unos cubitos de hielo. Mover para que se vayan ablandando. Caramelizar unos moldes individuales y los dejamos en el frigorífico mientras preparamos el resto de ingredientes...
En un cazo ponemos la leche, abrir el bastón de vainilla a lo largo, raspar con un cuchillo para sacar las semillas y mezclamos con la leche. Añadimos también la cucharada de miel, el romero desmenuzado y la pizca de nuez moscada...