La noche anterior, dejamos en remojo las alubias en agua fría para que se hidraten y se ablanden, de esta manera reduciremos el tiempo de cocción de la fabada.
La noche anterior ponemos las fabes a remojo para que se hidraten y estén más tiernas. Doblarán su volumen. Reservamos el agua. En otro cuenco ponemos también a remojo el lacón...
La noche anterior ponemos las fabes en remojo. Al día siguiente, para cocinar ponemos la verdura en una red para cocinar legumbres, ponemos en la olla...
Desmenuzamos el compango que nos sobre de la fabada en una sartén grande en la que habremos puesto el de aceite de oliva. Mezclamos bien mientras cocinamos a fuego medio, añadimos la harina y la sal, vamos moviendo que no se queme pero que se integre del sabor de nuestro compango...