En primer lugar, abrir la vainilla por la mitad, a lo largo y raspar las semillas. Ponemos todo en un cazo con la leche, la esencia de almendras y la mitad del azúcar...
De los 300 ml de leche reservamos un vaso donde disolveremos el sobre de cuajada con ayuda de un tenedor sin que nos quede ningún grumo (es importante)...