Una vez limpia la carne de grasa, le hacemos unos cortes alrededor y le vamos pinchando los dientes de ajo, cortados en dos o tres a lo largo, unas hojas de perejil y unos granos de pimienta negra...
En un cuenco con agua templada ponemos los orejones de tomate cortados en tiras anchas un par de minutos, lo justo para que se ablanden un poco. Se secan bien y los colocamos en una aguja de mechar...