En primer lugar, precalentamos el horno a 190 grados. Colocar las lonchas de panceta bien extendidas entre dos hojas de papel sulfurizado y tostar hasta que queden bien crujientes...
La piel de la panceta curada debe estar bien seca, cuanto más seca mejor subirá la corteza al freír y más crujiente quedará. Por tanto, sacamos la panceta curada del envase de plástico o de la nevera 24 horas antes...
En primer lugar, retirar la corteza de la panceta, la cortamos en daditos y la salteamos en una sartén, sin nada de aceite. Cuando esté doradita, se saca y dejamos escurrir sobre papel absorbente. En la misma sartén...
Para el aderezo, mezclar todos los ingredientes de la vinagreta, añadir una cucharada de agua fría y emulsionar hasta que todo quede bien ligado. Cocer los huevos y cuando estén, los refrescamos, se pelan y los reservamos...
Una vez limpia de grasa, cortar la carne en dados medianos que salpimentamos ligeramente y dejamos en un cuenco. Quitar la corteza a la panceta y la cortamos en tiras...
Una vez despuntadas las judías verdes, se enjuagan y las cocemos al vapor, procurando no hacerlas demasiado, que queden “al dente”. Se sacan y se dejan en un escurridor mientras preparamos el resto de ingredientes...
Picamos la cebolla y la ponemos a pochar a fuego medio, sin prisas, en una sarten con un chorreón de Aceite de Oliva Virgen Extra y la mantequilla. Cortamos la panceta en dados y la ponemos en una sartén al fuego, sin aceite ni mantequilla, ya que soltará su propia grasa, y la hacemos hasta que esté a nuestro gusto. Reservamos desechando la grasa sobrante...
En una cazuela grande, sin nada de aceite, saltear la panceta cortada en tiras anchas hasta que esté doradita. Se saca bien escurrida y se deja sobre papel absorbente. Luego, en la misma cazuela, freír los solomillos, previamente atados, para que no se deformen...