Antes de nada, deciros que podéis usar tanto levadura seca como levadura fresca. El resultado no variará en nada, simplemente de la fresca necesitaremos tres veces más cantidad que de la seca...
En primer lugar, engrasar un molde redondo, de paredes altas, con una pizca de mantequilla. Espolvoreamos con harina y sacudimos bocabajo. Dejamos en el frigorífico hasta el momento de hornear.
Colocamos todos los ingredientes en un bol y con la ayuda de unas varillas lo amasamos. Para facilitar que quede la masa uniforme, nosotros hemos añadido primero los huevos y los hemos batido, añadiendo a continuación el yogur natural y la ralladura de limón y removemos...
Pondremos el horno a precalentar 190 grados y forramos la bandeja de horno con papel de hornear. Al papel de hornear le pondremos un poco de mantequilla (bien pincelado todo)...