La víspera, ponemos el bacalao en remojo y le cambiamos el agua un par de veces. Una vez desalado, enjuagar, escurrir y secamos con papel de cocina. Repasar para que no queden espinas...
En primer lugar, dejamos las espinacas cocidas en un colador con un peso encima para que suelten el agua. Engrasar un molde desmontable redondo con unas gotas de aceite de oliva. Forramos el fondo con la masa de hojaldre bien extendida, recortar los bordes y dejamos en el frigorífico...
Pondremos en un cuenco la harina tamizada con la sal junto con la mantequilla a temperatura ambiente cortada en trozos. Trabajaremos con los dedos hasta obtener una mezcla arenosa...
En primer lugar, preparamos la masa quebrada, podéis revisar aquí la receta. Cuando esté lista y haya pasado por el frigorífico, la extendemos y la colocamos sobre el molde previamente engrasado...
Cubrir el fondo de un molde redondo desmontable con una hoja de papel sulfurizado y encima, colocamos la plancha de masa quebrada. Pinchar el fondo y presionar sobre las paredes...
En primer lugar, engrasar con algo de mantequilla un molde desmontable y forrar con la lámina de masa quebrada, procurando presionar bien sobre las paredes. Pinchar el fondo y dejamos en el frigorífico...
Sobre un molde desmontable engrasado con algo de aceite, extendemos la masa quebrada y presionar sobre las paredes. Pinchar el fondo y dejamos en el frigorífico mientras preparamos el relleno...
Sobre el fondo de un molde desmontable ligeramente engrasado con unas gotas de aceite de oliva, estiramos la masa, pinchamos el fondo y presionamos sobre las paredes. Dejamos en el frigorífico mientras preparamos el relleno...