En primer lugar, lavar los tomates y los abrimos por arriba, retirando la “caperuza”. Con ayuda de una cuchara y mucho cuidado, retirar la pulpa procurando no romper la piel...
Corta un poco la parte de abajo del tomate, sólo un poco para conseguir que se quede de pie en el plato. Con la ayuda de un cuchillo quítale la parte superior, haciendo un círculo, con cuidado de que no se rompa...