En un cazo, calentamos un chorrito de aceite de oliva y rehogar el diente de ajo entero y pelado. Cuando comience a tomar color, lo desechamos y rehogar el arroz hasta que el grano esté transparente...
En una cazuela con agua hirviendo y una pizca de sal, escaldamos los ramilletes de brécol, un par de minutos, lo justo para que se ablanden un poquito. Se sacan y se escurren...
Una vez abiertos los contra muslos, retirar los restos de grasa y cortamos en dados de tamaño mediano. Enjuagar y dejamos escurrir. Luego, pelar y rallar el jengibre y lo pasamos a un cuenco grande con los dientes de ajo enteros...