En primer lugar, abrir la vainilla por la mitad, a lo largo y raspar las semillas. Ponemos todo en un cazo con la leche, la esencia de almendras y la mitad del azúcar...
Con ayuda de un cuchillo, recortamos el hojaldre en tantas partes como moldes. Los forramos, presionamos sobre las paredes, pinchar el fondo y los dejamos en el frigorífico hasta el momento de hornear...