Ingredientes:
-500 g de tagarninas
-1 buena rebanada de pan de campo del día anterior (o 2 rebanadas de pan de barra)
-4 dientes de ajo
-1 cucharadita de Pimentón de la Vera dulce Las Colmenillas
-Sal
-Aceite de oliva virgen extra
-200 ml de agua
-4 huevos de corral (1 por persona)
-Preparación

Preparación:
Las tagarninas son plantas rastreras, es decir, que viven pegadas al suelo básicamente y, por ello, habrá que limpiarlas a conciencia porque suelen traer mucha tierra. Quitamos el tronco de la parte inferior para separar los distintos tallos (y dejarlas al estilo espárragos trigueros), los limpiamos un poco del resto de hojas que puedan traer y los troceamos desechando un poco las puntas también (2-3 dedos será suficiente). Es bastante frecuente encontrar pequeños tallos que tienen más bien pinta de espiga de trigo verde, esos también los desecharemos. Por último, lavamos abundantemente debajo del grifo para que suelten toda a tierra que tengan, a conciencia, que ya os digo que suelen traer bastante. Con las tagarninas ya troceadas y bien limpias, ponemos una olla con abundante agua a fuego fuerte y, cuando rompa a hervir, echamos las tagarninas, dejándolas cocer unos 5 minutos aproximadamente a partir de que vuelva a hervir. Una vez cocidas, les quitamos el agua y las pasamos por agua fría para cortar la cocción. Por otro lado, en la sartén donde las vamos a cocinar, ponemos un poco de aceite de oliva virgen extra para freír el pan y el ajo picado. Cuando empiecen a dorarse, los echamos en un mortero y hacemos un majado (o majao, como diríamos los gaditanos). Si nos hemos quedado sin aceite en la sartén, echamos otro chorrito, lo dejamos hasta que coja un poco de temperatura e incorporamos la cucharada de Pimentón de la Vera dulce removiendo al instante para evitar que se queme (de ahí que el aceite no tiene que estar muy caliente).

Incorporamos las tagarninas a la sartén y removemos para que se impregnen bien con el pimentón. Echamos el agua y el majao que hemos hecho con el pan y los ajos, subimos a fuego alto y vamos removiendo de vez en cuando hasta que empiecen a ponerse tiernas las tagarninas. Si es necesario incorporar más agua, vamos echando poco a poco, tanto como se necesite. Por último, cascamos los huevos encima y dejamos que se cuajen. Como os pongo en los ingredientes, si usáis unos buenos huevos de corral o de campo en vez de unos normales de supermercado, vuestro paladar os lo agradecerá. Haced un esfuerzo por comprarlos porque esta receta se los merece.

Y nada más, ya tenemos listas nuestras tagarninas esparragadas o esparragás

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo OsorioNo me comes nada