Ingredientes:
– 300 g de harina de trigo  (en las fotos aparece preparado para bizcochos, me equivoqué al cogerla :( )
– 120 g de mantequilla
– 2 huevos
– 50 g de azúcar glass
– Una pizca de sal
– 500 g de cerezas aprox (lo ideal es cubrir bien todo el fondo del molde)
– 3 cucharadas de azúcar
– 2 cucharaditas de aroma de vainilla
– 3 cucharadas de maizena

Preparación:
El día antes de preparar la tarta, tendremos que poner a macerar las cerezas para que reposen durante un día entero. Para ello, ponemos en un bol las cerezas deshuesadas con las 3 cucharadas de azúcar y las 2 cucharaditas de vainilla. Tapamos con film y metemos en el frigorífico para que repose y las cerezas suelten todo el jugo que tienen.

Para deshuesar las cerezas venden unas máquinas específicas aunque, sinceramente, no sé quién tiene eso en su casa . Le quitamos el “rabito” a la cereza, metemos un palillo (si usar un palillo chino de comer será más fácil que con un palillo de “pinchar”) por el “culo” de la cereza (por el lado contrario a donde estaba el rabito) y empujamos el hueso hasta sacarlo por el hueco del rabito. Cuando lo intentéis os vais a acordar de mí porque parece imposible pero con práctica todo se puede. Y si os parece en exceso complicado, siempre podéis cortarlas por la mitad y quitarles el hueso.

Pasado el tiempo de maceración (un día), vamos a ponernos con la tarta propiamente dicha. Yo os recomiendo que os animéis a hacer la masa quebrada de forma casera, pero siempre podéis comprar una ya precocinada. En pasos rápidos, la masa quebrada se haría de la siguiente manera: Tamizar la harina en un bol y mezclar con la mantequilla fría troceada hasta formar unas especies de galletas desmigadas. Echar el huevo, el azúcar y una pizca de sal y mezclar hasta obtener una masa homogénea (amasaremos lo mínimo posible). Dejamos enfriar en la nevera para que sea más cómodo el manejo posterior.

Pues bien, con la masa ya preparada (o comprada), la partimos casi por la mitad, dejando una parte un poco más grande que la otra. Reservamos la parte pequeña guardándola en la nevera y nos quedaremos con la parte más grande. Enharinamos la encimera y con ayuda de un rodillo estiramos la masa hasta que tenga el tamaño apropiado del molde que vamos a usar.

Pintamos el molde con un poquito de aceite y espolvoreamos un poco de harina para evitar que la tarta se nos pegue a la hora de hornearla. Además, yo suelo cubrir el fondo con papel vegetal para asegurarme que no se va a pegar nada. Colocamos la masa en el molde y la pegamos bien a las paredes y al fondo del molde. Metemos el molde con la masa en el congelador para que coja consistencia mientras preparamos la tapa. Cogemos el trozo pequeño de masa que habíamos reservado y lo estiramos con el rodillo hasta obtener un grosor de unos 5 mm aproximadamente. Cortaremos 16 tiras de un dedo de ancho más o menos, que nos servirán para formar el enrejado de la tapa.

En el bol donde tenemos nuestras cerezas maceradas, incorporamos las 3 cucharadas de maicena y mezclamos todo bien. De esta forma conseguiremos que el jugo que han soltado las cerezas quede cuajado a la hora de hornearla. Podéis montarlo directamente sobre la tarta poniendo primero una capa de tiras espaciadas y luego la otra capa de forma perpendicular a las anteriores. Es una forma más rápida y sencilla aunque no quedan las tiras entrelazadas y se pierde un pelín de decoración.

Os recomiendo que pongáis las tiras sobre un papel vegetal para que no se os peguen y que estén bien frías para que sea más fácil manejarlas. Colocad una capa de tiras paralelas y espaciadas para luego ir poniendo una a una las tiras contrarias pasándolas por debajo de las anteriores tiras de forma alterna, una por arriba y otra por abajo. Una vez tengamos todo el enrejado listo, os recomiendo que lo metáis también un tiempo en el congelador o en la nevera para que coja consistencia y sea fácil de montar encima de la tarta, sino corréis el peligro que se os desmonte todo al pasarlo.

Ya solo nos queda montar todo. Sacamos el molde del congelador, rellenamos la tarta con las cerezas maceradas y, o bien hacemos el enrejado directamente sobre la tarta, o ponemos el enrejado que ya hemos montado fuera. Pintamos todo con huevo batido, ayudándonos de un pincel, y metemos al horno precalentado a 180 ºC durante unos 30-40 minutos, colocando el molde lo más bajo que podamos para que la masa del fondo se cueza bien. Como siempre, los tiempos dependen un poco de cada horno, id controlando que no se os queme la masa.

Cuando tengamos nuestra tarta de cerezas horneada, dejamos enfriar un poco.Aunque en el momento está buena, si la dejáis de un día para otro está espectacular.

Si quieres ver las imágenes del proceso, pincha aquí para ver la entrada completa en el blog de Guillermo OsorioNo me comes nada